(ANS – Kumbrabai) – Kumbrabai, una pequeña aldea del interior, situada a 100 kilómetros de la capital del país, Freetown, sabe lo que es sufrir el estigma del ébola. La epidemia se cebó con su población y una tercera parte de sus habitantes murió por el virus. Ahora, libres del ébola, y gracias a los misioneros salesianos, recobran la esperanza con la construcción de un pozo que les permitirá cuidar su salud y mejorar las cosechas.

En la aldea de Kumbrabai saben el daño que produce el ébola. Alejados de la carretera principal y de otras aldeas, sólo se llega a ella por caminos agrestes. Es una zona pantanosa en la época de lluvias en medio de la densa vegetación, con viviendas de adobe y, como en toda Sierra Leona, con muchos niños y jóvenes.

El primer caso de ébola en la aldea se produjo en julio de 2014. A éste le siguieron muchos más, pero al principio todos pensaban que era cuestión de brujería… Sin embargo, la aldea se llenó de muertos y de contagios. De los 270 habitantes, 82 fallecieron y otros 65 contagiados huyeron y nunca más volvieron a saber de ellos. Sólo 12 superaron la enfermedad.

Hay familias en las que murieron todos sus miembros, otras, en las que sólo sobrevivió uno… pero desde que apareció el ébola, nada ha vuelto a ser igual en Kumbrabai: sufren el estigma de la propia población, que no quiere entrar en las viviendas donde hubo fallecidos, pero también el de otras aldeas que no quieren relacionarse con ellos.

Los misioneros salesianos los han ayudado durante todo este tiempo y se han comprometido a hacerlo también ahora, una vez que el ébola parece que ha abandonado Sierra Leona.

Durante la epidemia los ayudaron con visitas frecuentes, acompañando a la población y con el reparto de comida y agua, y ahora quieren seguir haciéndolo con proyectos concretos que mejoren su vida y les permitan recobrar la esperanza.

La construcción de un pozo ha sido el primer paso para que los habitantes de Kumbrabai tengan mejores condiciones de vida y aprendan hábitos saludables, ya que hasta ahora un pequeño pantano de agua sucia igual servía para el baño, que para lavar la ropa, que para beber agua o que lo hicieran los animales.

Gracias a esta infraestructura realizada por los Salesianos, Kumbrabai también mejorará sus cosechas, ya que dos tercios de ellas se perdían directamente por el clima, las plagas y la falta de agua.

A este proyecto se sumarán otros como el reparto de semillas y la enseñanza de nuevas técnicas agrarias para mejorar las cosechas y la creación de una escuela local para que los niños puedan estar escolarizados.

Fuente: Misiones Salesianas

Publicado el 24/11/2015