España – Misiones Salesianas lanza la campaña ‘Yo No Noy Bruja’ para sensibilizar sobre una realidad que aumenta |
(ANS – Ciudad del Cabo) – El domingo 13 de septiembre, el cardenal salesiano Angelo Amato, en representación del Santo Padre, presidió la ceremonia de beatificación de Tsimangadzo Benedict Daswa, mártir, al que asistieron más de 30.000 fieles. Esta es el primer beato para la "Nación Arcoíris".
En la Carta Apostólica el neobeato que se describe como "un laico, padre de familia, mártir, catequista celoso y educador en todo, que dio testimonio público del Evangelio, hasta derramar su sangre". Nació el 16 de junio de 1946, en el pueblo de Mbahe, Provincia de Limpopo, Sudáfrica. Bautizado en 1963, hizo la confirmación en julio de ese año. En 1978 se casó y Eveline Monyai y juntos tuvieron 8 hijos. Fue un educador muy apreciado por la juventud y un padre y ejemplar esposo.
Toma posición de forma clara y pública en contra de la extendida práctica de la brujería, de las mutilaciones y asesinatos rituales, y se negó públicamente a cooperar con el sangoma (curandero) local, afirmando que su fe católica no le permitiría participar en la brujería. Irritados por su actitud, algunos hombres y jóvenes del lugar decidieron deshacerse de él. Fue golpeado con piedras y palos no lejos de su casa. Mientras que sus verdugos lo estaban matando, él, de rodillas rezaba. Murió el 2 de febrero de 1990. La encuesta y el proceso diocesano fue iniciados por el entonces obispo Hugh Slattery, MSC.
Otro salesiano, además del Card. Amato quien presidió la ceremonia de beatificación, ha contribuido a su causa: el canonista P. Edmund O'Neill, quien en 2005 fue nombrado Promotor de Justicia. La investigación diocesana canónica oficial se completó en 2009 y en noviembre de 2010 Tsimangadzo Benedict Daswa fue declarado "Siervo de Dios". Papa Francisco aprobó la promulgación del decreto de martirio, lanzado 26 de enero 2015.
El P. O'Neill también tuvo el privilegio de supervisar la exhumación de sus restos, que tuvo lugar el pasado 24 de agosto, cuando el ataúd, intacto, fue trasladado a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Nweli.
En la beatificación también estuvieron presentes el Vicepresidente de Sudáfrica, honorable Cyril Ramaphosa, y otras personalidades civiles y eclesiásticas.
"El hecho de que un hijo de Sudáfrica sea estimado ahora por sus virtudes y su martirio servirá para reunir a los hombres y mujeres de este país con muchos grupos étnicos, tantas religiones diferentes y diferentes confesiones cristianas" espera Don O'Neill.
(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)
Publicado el 16/09/2015