(ANS - Ciudad del Vaticano) - Ayer, 28 de mayo, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, se presentó oficialmente a uno de los grandes acontecimientos previstos para el Año de la Fe, la celebración  de la "Solemne Adoración Eucarística en el mundo actual" que tendrá lugar el 2 de junio en todas las diócesis del mundo. Esta es la primera vez en la historia.

El acontecimiento tendrá su centro espiritual en la Basílica de San Pedro en Roma y se abrirá cuando el Papa Francesco, a las 17:00 horas (GMT +2), comenzará una hora de adoración eucarística. Roma será el centro de una red mundial con miles de nodos: desde Islas Cook a Islandia, desde la selva amazónica hasta la isla de Taiwan ... algunos lugares se mencionaron en la conferencia de prensa de ayer.

Para testimoniar el sentido de la profunda unidad que caracteriza a este evento - que se celebra por primera vez en la historia de la Iglesia - ha sido elegido como lema la frase "Un solo Señor, una sola fe."

"Tuvimos la adhesión masiva a esta iniciativa que se ha extendido más allá de las catedrales y conferencias enteras involucradas de obispos, parroquias, congregaciones religiosas, especialmente los monasterios de clausura, y asociaciones. Es difícil dar el número exacto, pero ciertamente son miles y miles de adhesiones. Este momento testimonia la profunda piedad que existe en la Iglesia en relación con  la Eucaristía, el misterio que es la fuente y cumbre de la vida de la Iglesia ", dijo monseñor. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

El Papa Francisco ha enviado las intenciones que desea se incorporen a esta hora de oración:

1. Por la Iglesia esparcida por todo el mundo y hoy signo de unidad en la adoración de la SS. Eucaristía. El Señor la haga siempre obediente a la escucha  de su palabra para presentarse siempre ante del mundo " más bella, sin mancha ni arruga, más santa e inmaculada" (Ef 5:28). A través de su fiel anuncio, la Palabra que salva pueda resonar aún como portadora de misericordia y amor y obtener un renovado compromiso en el amor para dar sentido pleno al dolor, el sufrimiento y devolver la alegría y la serenidad.
2. Para cuantos viven en diferentes partes del mundo sufriendo  las nuevas formas de esclavitud y son víctimas de las guerras, el tráfico de personas, tráfico de drogas y el trabajo “esclavo", por los niños y mujeres que sufren cualquier forma de violencia. Que su grito silencioso ayude a encontrar a la  Iglesia vigilante, para que manteniendo la mirada fija en Cristo crucificado no se olvide  de los tantos hermanos y hermanas que quedan a merced de la violencia. Por  todos aquellos que se encuentran también en la inseguridad económica, especialmente los desempleados, los ancianos, los inmigrantes, las personas sin hogar, los presos, y  los que sufren marginación. La oración de la Iglesia y su labor activa  de proximidad dé tranquilidad y consuelo en la esperanza, fuerza y ​​audacia  en la defensa de la dignidad de la persona.

Publicado el 29/05/2013