El Rector Mayor, retomando los documentos de la Congregación, inició su reflexión en torno a la misión diciendo: “reconociendo que el mundo en que vivimos y realizamos la misión de Don Bosco a favor de los jóvenes, en particular los más pobres y necesitados, no es sólo escenario de nuestra presencia y actividad, sino un interlocutor privilegiado o, mejor, el hogar desde donde respondemos a los jóvenes, y con ellos, respondemos a Dios, creo necesario definir, los desafíos del momento histórico en que nos encontramos, destacando su carácter de oportunidad para la renovación de la vida y la misión salesiana”.
La Congregación Salesiana, afirmó Don Pascual Chávez, se ve obligada a asumir nuevos retos y nuevos desafíos a nivel cultural, a nivel eclesial, institucional y a nivel personal. Para la región cada uno de estos desafíos implica una revisión y un compromiso que se hará visible en las propuestas que elaborará cada una de las Inspectorías.
Al hablar de la misión en América Cono Sur el Rector Mayor reconoció cómo la evangelización de América testimonia elocuentemente el continuo esfuerzo misionero realizado por la vida consagrada y hoy su aporte a la nueva evangelización sigue siendo de suma importancia. El noveno sucesor de Don Bosco manifiesta “En comunión con nuestros obispos, los salesianos de la Región Cono Sur, queremos seguir impulsando la acción evangelizadora de la Iglesia, llamada a hacer de todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida para que nuestros pueblos tengan vida en Él. Nuestros compromisos son fortalecer la identidad carismática, replantear la pastoral juvenil y vocacional, reconfigurar las Inspectorías y poner atención a la disciplina religiosa.
Más adelante el Rector Mayor apunta al área sobre la reconfiguración de las presencias manifestando que el auténtico proceso de conversión espiritual y pastoral, nos lleva a colocarnos allí donde nuestra presencia es relevante, que favorece la colaboración, crea impacto sobre el territorio y es fecunda vocacionalmente. Implica, sobre todo, una nueva forma de estar presentes y un tipo de acciones y de servicios que responden mejor a las exigencias de la vida consagrada, de las necesidades de la Iglesia y de la sociedad y, en especial, de las expectativas y necesidades de los jóvenes.
Al finalizar Don Pascual retoma el área de la disciplina religiosa describiendo el término ‘disciplina’ que tiene la misma raíz que la palabra ‘discípulo’, y significa el camino a que se somete una persona para convertirse en discípulo. De este modo la disciplina religiosa tiene que ver con la exigencia de ser un discípulo fiel y no solamente ni preponderadamente con el cumplimiento de ciertas normas y leyes. El Rector Mayor señala el compromiso de ayuda mutua para a crecer en libertad consagrada, en ser transparentes y profesionales en la contabilidad, respondiendo a la normativa de la Iglesia y las leyes del país, respondiendo a la formación permanente y con un acompañamiento espiritual competente.
Publicado el 28/03/2011
