(ANS – Roma) –  Se llevaron a cabo del 4 al 7 de julio, en Roma, las jornadas  con los seminaristas, novicios, novicias y los que están en camino vocacional, con motivo del Año de la fe. Entre los 6.000 participantes, provenientes de 66 países, también contó con la presencia de los novicios salesianos de "Monte Oliveto" de Pinerolo (Turín) y las novicias Hijas de María Auxiliadora de Turín y Roma, Castel Gandolfo.

Las jornadas fueron introducidas por una cálida bienvenida de mons. Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, creando de inmediato un ambiente de familia y fraternidad. El jueves por la noche, se reunieron alrededor del obelisco en la Plaza de San Pedro, los jóvenes vivieron una experiencia fuerte: cada uno en su propia lengua, profesó el credo, la única fe que nos une a todos.

En el Aula Pablo VI, el sábado 6 de julio, mons. Fisichella presentó a los jóvenes en formación al Papa Francisco: "Era justo que en el Año de la Fe también estos jóvenes tuvieran un tiempo dedicado solo a ellos, como lo ha sido para muchos otros, y como lo será para los jóvenes en Río de Janeiro en unos pocos días".

Entre las palabras de ánimo para los jóvenes, el Papa recordó la cultura de lo temporal, en el que tomar decisiones definitivas no es fácil, de la cual deben defenderse cerrando la puerta de la celda interior.

La presencia en Roma de los novicios se enriqueció con la publicación de la Lumen Fidei, por lo que muchos de ellos están inmersos en la lectura de la primera encíclica del Papa Francisco aprovechando los momentos de recreación entre los diferentes tiempos de encuentro.

Rezar ante la tumba de Pedro, tocar con las manos los lugares frecuentados por muchos santos, descubrir la amistad con muchos otros compañeros que comparten la misma vocación y están a lo largo del mismo tramo del camino y poder estar un poco de tiempo con el sucesor de Pedro "les ha permitido afianzar aún más la fe", dijo mons. Fisichella al Papa, recordando cómo en Lumen Fidei, el Papa escribió que la fe necesita aún de los sentidos, debe ser capaz de ver, escuchar y tocar.

Para todos ellos quedará un recuerdo imborrable en los próximos años - dijo el Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización - y un hito importante en su formación que los verá pronto llegar a ser sacerdotes, religiosos, misioneros y misioneras, personas consagradas, capaces de llegar a todos por un compromiso de evangelización siempre renovado, porque contemplan fieles el rostro de Cristo.

Publicado el 10/07/2013