(ANS – Bangkok) – El Sr. Saraphan Kaeser, el Salesiano Coadjutor más joven de Tailandia y la segunda vocación salesiana del norte del país, cuenta su historia vocacional.

Nací en una familia cristiana, mis abuelos y mis padres se habían convertido 10 años antes de que yo naciera. A través de mis padres, aprendí acerca de Jesús. Mi pueblo es lo suficientemente lejano de la parroquia y dada la escasez de sacerdotes, a veces podíamos asistir a misa dos veces al año. (...) Sin embargo, aprendí de mi familia cómo tener una fe profunda y fuerte.

El último año de la escuela primaria ya quería entrar en el seminario, pero mis padres me querían que me quedara en casa para ayudarles (...). Un día, en la casa de mi abuelo, vi un folleto titulado "Padre y Maestro de la juventud". Le pregunté a mi tío lo que era y me habló acerca de la escuela de la que era antiguo alumno. Inmediatamente, tuve un pensamiento. "Me interesa la mecánica y me gusta reparar los coches, pero, si voy al Instituto Técnico Don Bosco de Bangkok luego no podré entrar en el seminario'. Mi tío me dijo: 'Si quieres, puedes, porque la escuela es católica, y después de la graduación se puede entrar en el seminario'".

(...) Me inscribí en la escuela salesiana, en el curso de mecánica, como interno. Poco a poco me enteré de la historia de Don Bosco y me gustó leer sobre él. Fui con el Director y le hablé de mi deseo. A partir de ese día comenzó a enseñarme personalmente catequesis. Así que él escribió al Inspector para su aprobación y la de su Consejo.

Al llegar a la casa de formación de Banpong encuentro al Sr. Chitti, Salesiano Coadjutor, que estaba con nosotros en la formación. Nos enseñaba Tecnología de la Información. En ese momento, pensé que quería ser como él. ‘Incluso sin ser sacerdote, puedo ayudar a los jóvenes en nuestra escuela’. Fui a preguntar a mi director: ‘¿Cómo puedo ser un salesiano coadjutor?'. Me contestó que yo podía elegir durante el noviciado. Elegí ser un Salesiano Coadjutor porque he leído la historia de Don Bosco y José Buzetti, que quería dejar el Oratorio. Así comprendí cómo Don Bosco quería que el Salesianos Coadjutor formara parte de la Congregación Salesiana.

En mi opinión la contribución específica del Salesiano Coadjutor al carisma salesiano y a la misión es entrar en el mundo de los jóvenes. La misión del Salesiano Coadjutor es ayudar a los jóvenes usando sus talentos. Para mí, el Salesiano Coadjutor, más que el sacerdote, puede entrar fácilmente en el trabajo social por los jóvenes de mi país.

En Tailandia, la vocación del Salesiano Coadjutor es poco conocida y se debe promover, especialmente entre los jóvenes, durante los campamentos, a través del Boletín Salesiano y en Internet.

Actualmente en Tailandia hay 92 salesianos (51 nativos y 41 misioneros), y 13 Salesianos Coadjutores.

(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)

Publicado el 25/11/2015