(ANS - Roma) – De la circunscripción salesiana con estatus especial de Ucrania greco-católica, legalmente iniciada hace poco más de un mes, parte el primer misionero. Es el diácono Taras Galaiura, nacido en 1981 en Lutsk, Ucrania, en pleno régimen comunista, y ahora entusiasta miembro de la 143a expedición misionera salesiana.

¿Quién o qué te inspiró para convertirte en cristiano?
Mi juventud transcurrió bajo el comunismo, no era fácil tener acceso a las iglesias. Las iglesias del país existían, pero no todas estaban abiertas, no había catecismo ... Pero yo tenía dentro cuestiones esenciales. De una forma u otra a estas preguntas surgen. Se las hacen todos los jóvenes: ¿por qué vivo? ¿A dónde voy? ¿Cómo termina todo? Ninguna sociedad puede dar las respuestas. Sí, se puede hablar de igualdad, de mantener el bienestar y la vida, proteger los derechos humanos ... pero ¿después de eso? ¿Cuándo termina la vida?

¿Y por qué católico?
Porque la unidad es visible. No es posible que Dios se contradiga.

¿Sabes dónde y con quién vas a trabajar?
Voy a trabajar en la Provincia de Brasil-Porto Alegre, pero no sé aún en qué casa. Yo soy de rito griego y en Brasil hay fieles de este tipo, ya que ha habido una migración desde Ucrania a finales del siglo XIX, y aún ahora hay fieles, por ejemplo, en Curitiba. Sin embargo, normalmente voy a trabajar en las comunidades de rito romano, sólo desde el 1 de septiembre ha sido erigida la Circunscripción de rito bizantino-ucraniano, UKR, de la que procedo.

¿Qué es lo que más extrañarás de tu tierra natal?
Por supuesto, tal vez voy a notar un poco de falta ... pero más que la ausencia, va a ser un reto para dar lo mejor de mí, lo que tomé de mi tierra y darlo a los demás. Esto es lo que otros necesitan de mí. Y por tanto no habrá una carencia, sino una fuerza que me empujará a darme ... algo, por lo tanto, que no me faltará, marcado no por una ausencia, sino más bien un signo positivo.

Y en sentido positivo, entonces, ¿qué riqueza aporta un misionero ucraniano a Brasil?
El amor de los jóvenes ucranianos, de quienes he aprendido mucho en mi vida: el don de la juventud ucraniana me lo llevo a los jóvenes brasileños. Voy sólo como mediador. No pienso en ir tanto a transmitir, cómo a compartir nuestra fe con ellos. Porque creo que serán más ellos los que me la trasmitan, que yo a ellos. Puedo decir esto en base a la experiencia de tantos hermanos que dicen lo mismo: con la edad te das cuenta de que no es que des tanto, recibes sobre todo. ¡Y también esto es gracia de Dios!

¿Cómo te has "preparado" para Brasil?
He encontrado y leído varios artículos en Internet o en revistas, pero sólo encontrándome en el lugar voy a tener una mejor comprensión de la realidad. Los medios de comunicación tienen sus propias leyes y no siempre están dando una información transparente, necesitamos conocer al hombre, sus necesidades, lo cual es más importante.

¿Piensas en la JMJ de Río?
¡Por supuesto! Espero poder participar.

Publicado el 28/09/2012