(ANS – Tirana) – “Hoy quisiera hablar del Viaje Apostólico que he hecho a Albania el domingo pasado”. Con estas palabras, ayer, 24 de Septiembre, el Papa Francisco ha iniciado su audiencia general, toda ella dedicada, en medio de un creciente entusiasmo, a su rápida visita al País de las Aguilas. Pero el Para no ha sido él solo el que ha querido recordar aquel especial encuentro: lo han hecho también los jóvenes trabajadores del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS) presentes en Albania.
Por Anna Carboni
Tirana, y con ella Albania entera, se ha parado para acoger con gozo y afecto al Papa Francisco. Para Albania era ésta la segunda visita de un Papa después de la de 1993 de Juan Pablo II. Y allí estábamos también nosotros.
Ya desde la tarde anterior, la plaza de Madre Teresa estaba a punto para el acontecimiento, animada por grupos de jóvenes y familias que, curiosos, ensayaban el clima de emoción que se podía respirar en toda la ciudad. Energía positiva, joven, una energía colmada de esperanza.
También el VIS esta allí con un grupo de jóvenes del Klemend que habían bajado a las dos de la mañana (hacer la carretera del Klemend a Tirana dura de hecho 5 horas) para ayudar como voluntarios durante la Misa. No sentían el cansancio y ni mucho menos la lluvia, que empezó a caer con fuerza desde el principio de la celebración.
Las palabras del Papa, ya sea durante el saludo a las autoridades, o durante la homilía, han golpeado con afecto y gratitud el espíritu de todo el pueblo albanés, que ha sabido superar las diferencias religiosas y tantos años de persecución.
A Albania se la ha definido como “tierra de héroes y de mártires”, un ejemplo a seguir también por tantos otros países, en los que el respeto, la confianza y el entendimiento de religiones no solamente es posible, sino también practicable. Esta es la auténtica base para la construcción de la paz, condición previa para un desarrollo armonioso a disposición de todos, para lograr la globalización de la solidaridad y un mayor respeto de lo creado.
El VIS Albania con el proyecto Buke, Krype y Zemer acoge la invitación del Papa trabajando para que el desarrollo económico implique también a las familias rurales más pobres y apartadas de los centros económicos más importantes..
El Papa Francisco ha agradecido a Albania por su ejemplo, deseándole que continúe en crear espacios de esperanza. Y la esperanza está personificada en el águila símbolo del país y de su renacimiento: “Dios os ha levantado sobre alas de águila”, ”y el águila no olvida su nido, pero vuela alto”, tal como se lo ha deseado a todo el pueblo presente. Porque Albania es un pueblo joven, y “donde hay juventud, hay esperanza”.
La misa ha terminado con la invocación a María, Madre del Buen Consejo, particularmente querida por todo el pueblo albanés, cuyo santuario se encuentra en la ciudad de Scutari.
Publicado el 25/09/2014