(ANS – Jerusalén) – El padre Gianni Caputa, SDB, miembro de la Comisión Vaticana para los Medios de Comunicación Social  activada para el viaje del Papa a Tierra Santa (24-26 Mayo – Jordania, Palestina, Israel), ofrece una reflexión sobre los gestos y algunas prospectivas sobre esta visita.  

Desde el primer anuncio de su viaje a tierra Santa, el Papa Francisco nos había indicado la motivación y los Objetivos. Debía servir para manifestar su cercanía a la gente de esta región y dar un nuevo impulso a la senda de unidad cristiana, al diálogo interreligioso  a la búsqueda de la paz. Desde el inicio, también, nos había pedido a todos sostenerlo con nuestra oración. 

Los tres días de su visita han sido tan ricos de acontecimientos y han suscitado tanta  resonancia, que nos resulta difícil resumirlos adecuadamente,  aunque han sido seguidos muy de cerca por los medios. Aquí solamente nos limitaremos a un balance provisorio.

1. La Unidad entre todas las Iglesias Cristianas:“Ut unum sint”. El Papa Francisco a querido recordar sobre todo a los religiosos y el clero Unidos (en la Basílica del Getsemani) Y a los obispos Católicos reunidos en el Cenáculo, que es necesario crecer en un actitud de fondo: El amor fraterno entre nosotros y hacia todos los miembros de las Iglesias “hermanas”.  Los momentos culminantes y los gestos más significativos han sido: La declaración firmada en el mismo salón de la Delegación Apostólica donde 50 años atrás aconteció el abrazo entre Atenagora y Paolo VI. Aquellos que han estado presentes fueron testigos de un clima repleto de cordialidad, de profunda amistad entre Francisco y Bartolomeo, el encuentro se prolongó una hora mas allá de lo previsto. Seguido de una oración común en la “Basílica del Santo  Sepulcro Anastasi” con participación de los Armenios, Sirios, Coptos, Etíopes, Luteranos y Anglicanos. En ese lugar non se había escuchado nunca desde el año 1054 la oración común del “Padre Nuestro”. (Iniciando en Italiano partiendo por Bartolomeo y Francisco, después en las leguas madres de todos los presentes).  En sus discursos los dos máximos representantes de la Catolicidad y de la Iglesia Ortodoxa han solemnemente renovado el empeño de hacer todo l lo posible por superar los obstáculos que aún impiden el encontrarse juntos en torno a la misma meza Eucarística. Muy significativo fue el pasaje del discurso de Francisco, donde repitiendo las palabras de Juan Pablo II, pide a todos de ayudarlo a “buscar las forma más adecuadas al ejercicio del ministerio del obispo de Roma”.

2) El dialogo inter-religioso con Hebreos y Musulmanes. Esta dimensión ha sido resaltada ya sea por el rey  Abdallah de Jordania que por el Papa, cuando han recordado las iniciativas conjuntas a nivel bilateral y mundial (como “ la semana de la armonía interreligiosa” promovida por la ONU). Entre los momentos significativos de la visita del Papa han estado la visita la “Santuario de la Roca” seguido del encuentro con el  Gran Mufti y después, el encuentro con los dos  Rabinos de Israel en el “Palacio de Salomón”, donde se encontrado con las delegaciones vaticanas y israelita para el dialogo bilateral a nivel religioso.  Bromeando, el Papa Francisco ha observado que el dialogo ha llegado a la edad del  “bar mizvà”  y se ha augurado que llegue  a su plena madurez.  – Evidente la dimensión simbólica al interno del viaje,  ha sido el encuentro con sus “viejos amigos” argentinos. El ícono más representativo fue como los tres se unieron en un afectuoso abrazo, delante del “Muro occidental”, para significar que Jerusalén puede ser un lugar de encuentro entre las grandes Religiones, y no de división.

3) El camino hacia una paz justa y duradera. Frecuentemente es repetida la afirmación de la urgente necesidad de establecer una paz justa y duradera en la región  (con explícita referencia a Siria) y en Tierra Santa, prosiguiendo hacia la construcción de dos estados para los dos pueblos Hebreos y Palestinos (Formula de Shimon Perez). En este sentido el papa ha exhortado a los responsables políticos a ser más osados, con más coraje e imaginación, y al mismo tiempo a abstenerse de acciones unilaterales que podrían disminuir la confianza recíproca y crear nuevos obstáculos. Ha denunciado claramente el terrorismo,  la violencia y el comercio de armas; con este propósito a alzado la vos con fuerza primero ante los refugiados Irakíes y Sirios en la iglesia del Jordán, y luego en su homilía en la Iglesia de Belén. Acciones significativas fueron dos paradas  (no previstas en el programa inicial): delante del Muro de reparación delante de Belén y la otra  delante del muro de las víctimas del terrorismo en el “monte Herzel”. En ambos lugares el papa se ha visto muy reflexivo y dolorido;  y su sentimiento de piedad por todas las víctimas, y su oración para que en un mundo reconciliado no existan más muros de este tipo. – En fin, es muy importante subrayar como el Papa en todas las ocasiones ha evidenciado como la pequeña minoría Cristiana es, de derecho, parte integrante del tejido civil, nacional y religioso de las tres naciones: Jordania, Palestina, Israelita. Bien consciente de las dificultades que deben afrontar, el Papa ha animado a los Cristianos a reforzar su participación el dialogo inter religioso y a la construcción de un futuro mejor.

4) La fuerza de la oración animada de una fe abierta a la esperanza. Toda la visita del Papa Francisco en Tierra Santa ha estado rodeada de una atmósfera de oración, querida y propiciada por él. La oración a precedido al viaje, y ha sido parte de cada etapa,  y ha sido su última recomendación antes de subir en el avión, Pero, y está ha sido una gran sorpresa para todos, la oración continuará con los presidentes Perez y Abbas que han aceptado la invitación de ir a rezar juntos  “en su casa”. Aunque esto es una “primicia a nivel mundial”. Si lo vemos, hubo otro precedente cuando el Papa Francisco logró reunir en oración a todas las personas de buena Voluntad para que se detuviera el ataque a Siria, que parecía inevitable. El Papa Francisco está realmente convencido de esta certeza de fe: Allí donde los esfuerzos humanos no bastan, la oración dirigida a Dios, nuestro Padre común, puede abrir nuevas puertas y hacer caer los muros, sobre todo en los corazones y por tanto en las relaciones ecuménicas, inter religiosas y diplomáticas. Es el desafío que esta delante de todos nosotros que deseamos que este viaje no se quede como un simple hecho de crónica sino se convierta en un evento capaz de marcar la historia.

Padre Gianni Caputa SDB

Miembro de la Comisión Vaticana para los medios de Comunicación

Jerusalén, 28 Mayo 2014