(ANS - Roma) - En la undécima Conferencia de las Inspectorías y Visitadurías de África-Madagascar (CIVAM), celebrada en Roma del 16 al 20 de octubre, Don Poobalarayen Ferrington, Delegado de la Inspectoría de África Este para el Sudán y del Sur Sudán, contó a ANS la situación actual en ambos países.
¿En qué clima crecen hoy los jóvenes del Sur Sudán? Hay mayores problemas u oportunidades que antes de la independencia?
Debemos tener en cuenta dos aspectos. El primero es que moralmente ahora hay un ambiente favorable para el crecimiento de los jóvenes. Hay libertad en el aire, antes la gente del sur de Sudán eran ciudadanos marginados, por ser cristianos africanos, bajo el gobierno de Jartum, árabe-islamista. Ahora Sudán del Sur es un país independiente, una República y hay libertad para administrar y gobernar el país.
El segundo aspecto es que las oportunidades no existen. Marchando el gobierno del norte se ha llevado consigo todas las herramientas y los artífices de la vida social y cultural. Infraestructuras, escuelas, universidades formalmente existen, pero están cerradas casi siempre. El país es como un niño que aprende a caminar. Y entonces todo se concentra en la capital, Juba. En el exterior hay nada, no hay electricidad, a veces ni siquiera casas, ya que muchos son refugiados del norte.
El conflicto en la frontera entre los dos estados se resuelve?
En los últimos dos meses ha habido más peleas por el control de los pozos petroleros especiales que abundan en la zona, esto se debe a que los líderes tanto del Sudán como del Sudán del Sur, están haciendo acuerdos en Etiopía, para encontrar una solución en beneficio de ambos pueblos. Sin embargo, todavía hay bombardeos en el sur de Sudán, junto a las regiones fronterizas de las montañas de Nuba y el Nilo Azul, debido a que los pueblos de esos territorios querrían pertenecer al Sudán del Sur, dado que hay más afinidad cultural. Aquí se dan acciones de algunos rebeldes que provocan, el gobierno responde con bombas ... pero las víctimas son los niños, las mujeres, los más vulnerables.
¿Qué trabajo tiene los salesianos en los dos países?
Hay siete comunidades en total, 4 en el sur y 3 en el norte. En el sur de Sudán, cada obra tiene una parroquia, también tienen escuelas primarias, dos escuelas secundarias, un dispensario médico y una radio que nos permite llegar a la gente en las aldeas remotas, donde también hay pequeñas escuelas locales, entre 15 y 20. En cambio, tenemos una parroquia en Sudán en Jartum, que se ocupa de los cristianos que viven como refugiados a causa del conflicto, un centro de profesionalización para los jóvenes ex delincuentes y escuelas técnico-profesionales, el 95% de nuestros estudiantes son musulmanes.
En ambos países operan los misioneros de muchas congregaciones religiosas. ¿Hay diferentes formas de colaboración y trabajo en red?
En el sur de Sudán, durante la guerra quedamos reducidos a 4-5 grupos, y ahora todo incluido, órdenes masculinas y femeninas, somos unas 15 comunidades. ¡Es impresionante la sinergia con que vivimos! En cualquier reunión de la diócesis, u organizadas por cualquier grupo, colaboramos, intercambiamos experiencias, proyectos de apostolado ... Hay una gran unidad y solidaridad entre nosotros, tanto entre los de Sudán como con los de Sudán del Sur. Y sólo hay una razón: somos parte de estas personas, trabajamos para ellos. Lo que los une, la pobreza, la miseria, el sufrimiento, también nos une. Es una cosa impresionante que no he visto ni en Tanzania ni en Kenia. En Sudán, sin embargo, somos pocos y este es el denominador común. Compartimos inquietudes, pero también ayudas prácticas ante las dificultades, desde el punto de vista económico o tal vez para los visados.
Publicado el 26/10/2012