(ANS – Roma) – Entre los participantes en las Jornadas de Estudio sobre la presencia salesiana entre los musulmanes estaba también don Michael Karikunnel, salesiano de la India, misionero en África desde hace casi 30 años. Actualmente se encuentra en Nigeria, escenario en estos últimos tiempos de sangrientos atentados contra la comunidad cristiana, el último, que costó la vida a 16 personas, tuvo lugar ayer en Kogi. Don Karikunnel espera poder abrir en breve una escuela profesional al servicio de los jóvenes pobres y desocupados de Lagos.

¿Cuál cree que puede ser la mejor forma de dialogar con los creyentes musulmanes?

Creo que debemos cambiar nuestra actitud hacia las religiones, la fe, las personas y tener una total apertura a la búsqueda de la verdad ¡y llegar a encontrarla! Además se deben fomentar y apoyar los principios democráticos y las reglas establecidas por las leyes, preservar la paz interna y la tolerancia religiosa. Es necesario comprender que el diálogo es para todos el único modo de vivir felices, como hijos de Dios, en este breve lapso de tiempos que se nos ha concedido para vivir en esta tierra. Formamos parte de la gran familia de Dios. La búsqueda de Dios es la misma para musulmanes y cristianos, hacemos el mismo viaje: todos buscamos la verdad y esto es algo que nos une.

La educación tiene un papel fundamental: si la población es orientada, educada, será más capaz de pensar de forma diferente, de ver las cosas en su totalidad: esto facilitará mucho el diálogo.

¿Cuáles son los principales problemas con los que tiene que enfrentarse? ¿Y las mayores satisfacciones?

Una mente cerrada es la nuez más dura de abrir. Tenemos que ser muy honrados para aceptar la realidad. Para esto tenemos que educar a las nuevas generaciones, para ser fuertemente patriotas, para construir actitudes positivas, para tener una gran confianza en sí mismos. El número de jóvenes pobres y desocupados es alarmante; no consiguen encontrar ninguna luz entorno a ellos y esto los lleva a la frustración que puede convertirse en estímulo para la violencia.

Por otra parte, positivamente, hay muchos jóvenes, musulmanes y cristianos, que educamos, que están haciendo mucho bien y que son felices. Cuando era Director escolar, tenía algunos animadores de fe islámica y estaban completamente integrados en las actividades, respetuosos con la disciplina, concentrados en alcanzar los objetivos compartidos.

¿Qué pueden hacer por vosotros la Comunidad internacional y los cristianos de los países occidentales?

Bueno, ante todo creo que la oración es, sin duda, muy importante, porque Dios puede hacer nacer la paz en el corazón de las personas. Además de esto, creo que hay que trabajar para reforzar los principios democráticos y para que las instituciones den a todos las mismas oportunidades. Es necesario también apoyar por todos los medios la educación formal y profesional de los niños y de los jóvenes, especialmente de los más pobres, porque el sistema educativo mismo está colapsado y el futuro de los jóvenes se ha vuelto muy incierto, oscuro, por lo que es necesario trabajar por su reorganización. Y, por último, ayudar en la formación de líderes locales, educándoles en las dinámicas de la sociedad plural, en la que conviven personas de varias creencias, culturas y grupos éticos diferentes.

Publicado el 08/08/2012