(ANS – Kakuma) – El lunes 25 de junio, el padre Gianni Rolandi, nuevo superior de la Inspectoría “África Este”, estuvo de visita en la obra “Santa Cruz” dentro del campo de prófugos de Kakuma. El padre Rolandi tuvo la oportunidad de reunirse con los profesores, estudiantes, trabajadores, personal del centro y los guías de las pequeñas comunidades cristianas.

Durante el día el Inspector presidió dos celebraciones eucarísticas, una en la parroquia Santa Cruz y la otra en la iglesia dedicada a San Daniel Comboni. Reuniéndose con los catequistas y los guías de las pequeñas comunidades cristianas de la parroquia escuchando sus exigencias y propuestas, sobre todo, con respecto, al envío de los próximos sacerdotes que puedan proteger la vida y la formación espiritual de los prófugos.

Después tuvo lugar un encuentro con los jóvenes refugiados que asisten a la escuela técnico profesional “Don Bosco Vocational Training Center”: cerca de 1000 personas, provenientes en su mayoría de países de África Central y Oriental,  que siguen los cursos de iniciación en el mundo del trabajo como ebanistería, mecánica automotriz, soldadura, hidráulica, electrónica, construcción, informática e inglés. El Superior ha reflexionado con los refugiados y se interesó en sus actividades y condiciones. Los estudiantes, a su vez, hicieron una presentación artística y cultural. 

El padre Rolandi se reunió posteriormente con Sor Elizabeth Pappu, de las franciscanas Misioneras de María (FMM), que coordina un servicio de Ayuda Alimenticia y de Primeros Auxilios para 4000 familias de etnia Turkana presentes en el territorio de la diócesis de Lodwar, en el cual está inserto el campo de Kakuma.

Al final de la visita el padre Rolandi motivó y agradeció al salesiano coadjutor Muriuki Njagi, coordinador del centro, y el padre Luke Mulayinkal, Director, y retornó en la tarde a la casa Inspectorial en Nairobi.

En el campo de Kakuma los salesianos desarrollan diferentes actividades. Además de dirigir la escuela profesional y colaborar con las FMM en la ayuda a la población Turkana, ellos guían las actividades del oratorio cotidiano: juegos y dinámicas desde las 5 a las 7 de la noche, seguido por el rezo del rosario, de las vísperas y las “buenas noches” salesianas. Al oratorio asiste un gran número de refugiados, niños muchachos y jóvenes en su mayoría cristianos pero no faltan los de otras religiones.  Hace pocos días un joven de Ruanda de 22 años de edad, cuyos padres habían desaparecido y un hermano asesinado, comenzó a asistir al oratorio salesiano; no es cristiano, pero ha declarado haber encontrado la serenidad y la paz en este ambiente.

Otras iniciativas propuestas por los salesianos, que comprometen siempre con los  Turkana, son las construcciones de nuevos pozos en la zona y un proyecto educativo experimental en cinco escuelas elementales dentro del campo de Kakuma.
 
Los Hijos de Don Bosco esperan abrir la escuela técnica “Don Bosco III” – la tercera escuela técnica dentro del campo – que había funcionado del 2000 al 2007 y fue cerrado por la repatriación de los prófugos Sudaneses que asistían y por la falta de fondos económicos.  Ahora que la población interna es de más de 96.000 personas hay la urgente necesidad de la re-apertura del centro” dice el padre   Mulayinkal. Los salesianos son los únicos que ofrecen formación de tipo técnica en Kakuma. La re-apertura cuenta con el apoyo del alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR).

Publicado el 02/07/2012