(ANS – Roma) – En la jornada de ayer, sábado 21 de enero, los trabajos de la XXX edición de las Jornadas de Espiritualidad se concentraron en compartir algunos ejemplos madurados en la figura de Don Bosco dentro de la Familia Salesiana. Grande expectativa y atención creó la intervención del Rector Mayor sobre el tema del Aguinaldo. En la tarde los trabajos de grupo sirvieron para crear sinergias y enriquecer la profundización acerca de los temas desarrollados.

 La jornada inicio con un panel con el título “los rostros de los jóvenes de hoy”. El padre Hubert Geelen, salesiano belga, vice párroco en Castelnuovo Don Bosco, trató el tema de la pobreza cultural y espiritual invitando a los participantes a mirar con corazón abierto la realidad de las nuevas generaciones: “Creo que existe abundancia de cultura o mejor de culturas. Los jóvenes no están privados de cultura, pero se encuentran delante de un exceso de cultura. Hay demasiadas ‘cosas’ descargadas sobre las espaldas de ellos que ocupan su espíritu y alimentan sus necesidades y deseos”.

Al lado del padre, Geelen estaba también Sor Mary Ann Fernando, que habló de la pobreza material de los jóvenes a partir de la experiencia de las Hijas de María auxiliadora en Sri Lanka en un proyecto a favor de las muchachas huérfanas y frecuentemente ex - niñas soldados: “las heridas sicológicas son el factor común a todas ellas. Esto requiere de un ambiente con diversos elementos educativos y nosotras hacemos todo lo posible por ofrecer a cada una amor, cuidado, atención y ayuda psicológica. El consejo y la orientación juegan un papel importante”.

A los participantes, también les fue presentado un video de la experiencia del padre Jean-Marie Peticlerc y de los salesianos de Argenteuill, quienes trabajan con los jóvenes en las periferias de París, ayudándoles a superar su pobreza social y afectiva y brindándoles elementos nuevos de concientización. 

En la mitad de la mañana la asamblea escuchó con mucha atención la conferencia del Rector Mayor. Un aporte que era una invitación a la Familia Salesiana a conocer profundamente Don Bosco para imitarlo en la dedicación total a los jóvenes. “En este tiempo, caracterizado por la ausencia de la figura del padre, Don Bosco nos ofrece un modelo para amar con toda la bondad (amorevolezza) del Sistema Preventivo y con toda la propuesta del  ‘Da mihi animas’. – Dijo Don Chávez -
De hecho, tener a Don Bosco como padre y maestro nos ayuda a conservar el don de Dios. Dejar que sea Don Bosco quien guíe nuestra vida, y nos haga vivir bajo la dirección de su gracia divina. Quien habita en la casa de  Don Bosco, quien aprende en su escuela, vive el don de Dios y sabe cómo agradecer. Dios le hizo cercana su gracia, su cercanía, su bondad: por eso aceptar el magisterio de Don Bosco y su paternidad, es el modo salesiano de sentirse amado por Dios. Aquí radica la capacidad de la alegría, típica del modo salesiano y de realizar la santidad”.

En la tarde, divididos en grupos lingüísticos, los participantes reflexionaron sobre los aportes de las diferentes conferencias y de los testimonios escuchados. Fue un momento fecundo porque fue la ocasión de intercambiar y de compartir entre los diversos grupos de la Familia Salesiana y crear nuevas sinergias.

La Santa Misa fue presidida por el Rector Mayor, con la homilía ofrecida por el padre Maria Arokiam, Consejero para Asia sur. La Noche transcurrió en un clima de fraternidad, con música, cantos y juegos de magia que re-propusieron la alegría  oratoriana tanto amada por Don Bosco.

El padre Piotr Marcin, al final, miembro de la Congregación de San Miguel Arcángel, ofreció el pensamiento de las Buenas noches recordando el centenario de la muerte de su fundador padre Stanislao Markievic.
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Publicado el 22/01/2012