(ANS – Roma) – El Rector Mayor de los Salesianos, Don Pascual Chávez Villanueva, Gran Canciller de la UPS, en la jornada del miércoles 12 de octubre, presidió la inauguración del año académico 2011/12 de la Universidad  Pontificia Salesiana.

En la parroquia Santa María de la Esperanza, al lado de la Universidad, tuvo lugar el primer acto de la jornada, la celebración eucarística. En el presbiterio, junto al Rector Mayor, que ha presidido la misa, estaban el padre Francesco Cereda, Consejero general para la Formación, el Rector de la UPS, profesor Carlo Nanni, los decanos de las seis facultades, el padre Joaquín D’Souza, superior de la Visitaduría de la UPS, y el Inspector de la Circunscripción Central, padre Alberto Lorenzelli.

Intensa y rica de citas del magisterio del Papa y la actualidad ha sido la homilía de Don Chávez. Citando las palabras que Benedicto XVI pronunció en El Escorial delante de los profesores universitarios participantes a la JMJ de Madrid, recordó que la universidad está “ llamada a ser siempre la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana”,  agregando otra tarea: “aquello de saber leer la historia y… de tomar aquello que es bueno, verdadero y agradable a Dios, sobre todo ahora que estamos viviendo una de las crisis más graves de la historia. Y me refiero no solamente a aquella económica y financiera, sino a la política, social y, sobre todo, cultural – ha subrayado – una “crisis de antropológico’”.

Don Chávez evocó también las dolorosas consecuencias de la crisis y el movimiento de indignación que se está difundiendo en muchos países del occidente “reclamando mayor protagonismo de parte de los jóvenes y la urgencia de un nuevo orden mundial”.

Con las palabras del Pontífice, el Rector Mayor invitó a todos a no tener miedo del futuro y al trabajo por la “transformación de esta sociedad, de este modelo cultural, que parece ser ha llegado a su punto culmen”. Y estoy convencido que la docencia no sólo comunica contenidos o saberes, sino que “forma al hombre, el profesional competente, el ciudadano activo, el creyente trabajador”.

Por eso tiene sentido para el universitario creyente invocar el Espíritu Santo al inicio del año académico, para que sea capaz de “caminar adelante con coraje y convicción (…) consciente de su misión”, y no se reduzca sólo a un simple “productor y consumidor”. “Pero para hacer esto – agregó – hay necesidad de ser hombres espirituales”.

Terminada la misa las actividades continuaron como estaba previsto en el programa

Publicado el 14/09/2011