(ANS – Roma) – En la mañana de ayer, 12 de septiembre, Don Pascual Chávez saludó a los participantes al encuentro como misioneros y que recibirán el envío oficial el próximo 25 de septiembre en Turín, en el marco de la 142ª expedición misionera salesiana. En su intervención el Rector Mayor señaló la importancia de cultivar la espiritualidad personal y colocar a Dios en el centro de la actividad misionera. 

Fue un encuentro cordial y sincero entre el Rector Mayor y los misioneros reunidos en la Casa General para el curso organizado por el Dicasterio de las Misiones. Don Chávez, se preocupó de instruir paternalmente los misioneros participantes – 30 salesianos y 7 hermanas de la Caridad de Jesús – que a su vez aprovecharon la presencia del Rector Mayor para aclarar sus inquietudes.

La cita tuvo inicio de manera festiva: tres misioneros vietnamitas recibieron al ingreso al Rector Mayor con la típica “danza del león”; sucesivamente el estudiante salesiano Suresh Ekka, en nombre de todos, agradeció a Don Chávez el haber aceptado su ofrecimiento misionero; después el grupo a través de un canto manifestó la disponibilidad de seguir la voluntad de Dios. 

También el Rector Mayor inició expresando sus agradecimientos, dirigidos a las Inspectorías que, aunque necesitados de sus hermanos, han respetado la opción misionera: “Estoy seguro que Dios recompensará su generosidad, con más hermanos, salesianos y misioneros”. La intervención del Rector Mayor continuó con la referencia a la carta “Discípulos y apóstoles del resucitado” – en las Actas del Consejo General 410 (ACG 410) – documento que junto a la última carta “La inculturación del Carisma Salesiano” (ACG 411) afronta de manera específica el tema misionero en clave salesiana.

Don Chávez citó ante todo la figura de Don Bosco. Como animador incansable, Don Bosco alimentaba su energía de la espiritualidad y del encuentro cotidiano con el Señor: “No existe algo tan importante para un misionero como el légame entre espiritualidad y misión”; “si Dios no está en el centro de nuestra vida espiritual no podemos contar con las energías suficientes que vienen de él” ha dicho el Rector Mayor.

Otro de los temas afrontados fue la situación del mal: muchas veces el sufrimiento humano puede causar un shock y desanimar hasta los religiosos firmes en la fe. Pero el misionero, insistió el Rector Mayor, no es sólo un filántropo o un promotor social, es alguien que ofrece la “Salvación de Jesús”; por lo tanto, “no se puede ser misionero sin portar la Cruz de Cristo”. 

Para resistir a las dificultades Don Chávez aconsejó conocerse con profundidad, “ir hasta el extremo, no del mundo, sino de sí mismo”; y de dedicarse integralmente y sin reservas” “no se puede caminar sobre dos caminos”. Ni el tema de la soledad del misionero ha escapado al Rector Mayor, que recordó la promesa de Jesús a sus apóstoles: “Yo estoy con ustedes para siempre”.

Terminada la intervención, Don Chávez respondió a algunas dudas de los misioneros: señaló la importancia de crear un ambiente acogedor en la comunidad, auténtico elemento profético del mundo moderno; habló de la exigencia de modelar la evangelización y el anuncio de acuerdo al lugar donde se trabaja

El encuentro finalizó con la entrega de una medalla a los jóvenes misioneros, preludio de la entrega del Crucifijo Misionero que tendrá lugar el 25 de septiembre en la Basílica de María Auxiliadora de Turín.

Publicado el 13/09/2011