(ANS – Roma) – En la vigilia del aniversario del nacimiento de Don Bosco y de la apertura oficial del camino de preparación a su bicentenario (1815-2015), Madre Yvonne Reungoat envió al Rector Mayor una carta de augurio y de renovada fidelidad.

Con fecha del 15 de agosto, Asunción de la Beata Virgen María, Madre Reungoat ha querido hacerse presente y hacer sentir Don Pascual Chávez y a la Familia  Salesiana su cercanía y la del Instituto FMA con motivo del inicio oficial al trienio de preparación al Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. La celebración que Rector Mayor presidirá en la basílica del Colle Don Bosco es significativa porque en la casita de los  Becchi Don Bosco “creció y soño. Desde allá partió para realizar el sueño de Dios sobre él. Un sueño que interesa a toda la Familia salesiana, a partir de los grupos por él directamente fundados”. Un sueño de Dios también para los tiempos presentes y que pide a los padres, maestros y personas que “sepan reconocer un Padre al cual confiar la vida, los proyectos, el destino personal y social”. El sueño de don Bosco, subraya la Superiora FMA, “se desarrolla bajo la protección de la Auxiliadora, la Maestra que hizo de guía en el empeño de educar cristianamente a los jóvenes”.

Las FMA, también hijas de aquél sueño y de aquél soñador, se empeñan en “reavivar la pasión educativa de Don Bosco, actualizar el sistema preventivo que él ha dejado en herencia a su familia espiritual”. La Familia Salesiana, compuesta por 28 grupos, comparte “el único carisma que anima los diversos grupos, aún en la especificidad de la vocación que le es propia a cada uno”.

La espiritualidad, compartida por las diversas ramas de la Familia Salesiana es un testimonio que “en un tiempo señalado por el individualismo y el relativismo, podrá revelar el rostro joven de la Iglesia, capaz de vivir y compartir en felicidad, de ofrecer, especialmente a los jóvenes, signos concretos de esperanza”. “En la red de intercambio y de comunión de la Familia Salesiana – escribe Madre Reungoat – nosotros debemos ser un nudo activo y vital”.

Como preparación al bicentenario de Don Bosco, la Superiora FMA asume dos compromisos: “ser signo y expresión del amor proveniente de Dios, viviendo un auténtico camino de santidad sobre las huellas del Padre” y “Asumir convencida la Carta de Identidad de la Familia Salesiana”.

En la conclusión Madre Reungoat desea que los hijos e hijas de Don Bosco sepamos ser memoria viviente del santo de los jóvenes y agradece “el servicio pastoral y sacerdotal que los salesianos ofrecen a las FMA en los cinco Continentes”.

Don Chávez inmediatamente ha hecho eco del comunicado.
“Es muy bonito que compartamos no sólo nuestro querido Fundador, sino sus sueños y la responsabilidad de realizarlos en este tiempo, en este contexto social y eclesial. Por eso, a nombre de Don Bosco, te pido, y, a través de Ti, a todo el Instituto, no sólo la cercanía afectiva y el compartir carismático, sino también el coraje y la felicidad de “reavivar - como has escrito - la pasión educativa de Don Bosco, actualizar el Sistema Preventivo que él dejo como heredad a su familia espiritual”. De esta menara nos convertiremos en los mejores hijos e hijas del único Padre, experimentando una más profunda fraternidad y empeñándonos en una común misión: comunicar y dar Dios a los jóvenes de hoy”. 

Los textos de la carta de Madre Reungoat y Don Chávez están disponibles, en italiano, junto a los otros recursos, en la sesión bicentenario abierta en sdb.org.

Publicado el 14/08/2011