La Positio, que tuvo como relator al padre Vincenzo Criscuolo OFM Cap. Y como colaborador el salesiano Húngaro padre János Szőke, está compuesta de un breve perfil biográfico del siervo de Dios y de una exposición amplia y convincente de su martirio formal y material, sin omitir la descripción de la vida ejemplar, de modo particular la constante preocupación del Siervo de Dios de ser fiel a la vocación como salesiano coadjutor.
Las pruebas testimoniales y documentales son supremamente ricas sea por la vida del Siervo de Dios como por su propio martirio. Ahora se espera el juicio de los Consultores históricos, de los teólogos y del Congreso de Cardenales y de los obispos.
Sándor Stefano nació en Szolnok, en Hungría, el 26 de noviembre de 1914 hijo de Stefano y Maria Fekete. Conoció a Don Bosco a través del Boletín Salesiano, se sintió inmediatamente atraído por el carisma salesiano. En el año 1936 fue aceptado al Clarisseum de Budapest, donde en dos años hace el aspirantado. Realizó en la tipografía “Don Bosco” los cursos correspondientes a Técnico – impresor. Inició el noviciado, pero debió interrumpirla por la llamada a las armas. En el año 1939 llega la despedida definitiva y, después del año de noviciado, emite su primera profesión el 8 de septiembre de 1940 como salesiano coadjutor.
Destinado al Clarisseum, se empeño activamente en la enseñanza de cursos profesionales. Tuvo el encargo de la asistencia del oratorio, que concluye con entusiasmo y competencia. Fue el promotor de la Juventud Trabajadora católica. Después de la Segunda Guerra Mundial se empeño en la reconstrucción material y moral de la sociedad, dedicándose en particular a los jóvenes más pobres, que reunía ensenándoles un trabajo.
Cuando en estado en el año 1949, bajo Mátyás Rákosi, secuestró los bienes eclesiásticos e iniciaron las persecuciones en confrontación con las escuelas católicas, Sándor buscó de salvar lo que fue posible. De un momento a otro los religiosos se encontraron sin nada y fueron dispersados. También Stefano debió abandonar la tipografía – en su tiempo ya era muy importante – y “desapareció”. Pero el coadjutor la contario de ir a refugiarse en el exterior permaneció en patria para continuar a trabajar por la juventud Húngara. Logró hacerse recibir de una fábrica donde continuó clandestinamente su apostolado, aún sabiendo que su actividad era rigorosamente prohibida.
En el mes de julio del año 1952 fue capturado sobre el puesto de trabajo y no fue jamás visto por sus hermanos. Un documento oficial certifica el proceso y la condena a muerte seguida el 8 de junio de 1953.
Publicado el 03/05/2011