El 22 de octubre pasado el padre Piero Gavioli, director de la obra de Goma-Ngangi, acogió en el centro salesiano una niña de 8 años, de nombre Clarisse, que llegó acompañada por la Cruz Roja junto a su hermano mayor Jean. Clarisse había sido transportada allí al hospital de Rutshuru, en espera que, llegue el transporte aéreo que la llevará a Kisangani, donde la espera el resto de la familia.
El papá de Clarisse, electricista empleado en la SNEL (Sociedad Nacional de Electricidad), había sido recientemente trasladado de Kalemie a Kisangani, a más de 1000 km de distancia. Partió solo, después llamó a su familia, su esposa y siete hijos, con el fin que llegaran donde él está. El inicio del viaje parecía todo normal, pero el 1° de octubre a 100 km al norte de Goma, donde la carretera atraviesa el parque nacional de Virunga, el mini bus en el cual viajaba Clarisse y sus familiares fue atacado por quince hombres armados.
Los bandidos hicieron descender a los 18 pasajeros, los empujaron hacia la selva, esperando asustarlos; después les quitaron todo lo que les podían robar y, cuando estaban para irse, la emprendieron contra la pequeña Clarisse.
Sintiendo los disparos el ejército regular que estaba de guardia intervino persiguiendo a los bandidos en la selva y llamando en alta voz a “Clarisse”; pero la niña- después lo narrará. Sintiéndose amenazada por los bandidos no podía responder. En el transcurso los soldados invitaron a los pasajeros a proseguir su viaje, excepto Jean, su hermano, que permaneció con los soldados para ayudar en la búsqueda.
Al final un soldado, vio el grupo de rebeldes y les disparó a ellos, pero uno de los proyectiles fue a dar al pie derecho de Clarisse, despedazándolo. Sólo en ese momento los bandidos la dejaron abandonada, dándose a la fuga. Clarisse fue llevada a urgencias en el hospital de Rutshuru, donde los médicos, después de haber pedido el permiso vía teléfono a los familiares, le tuvieron que amputar el pie.
No obstante la experiencia vivida, Clarisse está siempre sonriente e hizo rápidamente amistad con los demás enfermos, ya ha iniciado a caminar con el trapecio después con la muleta y dentro de tres meses podrán aplicarle una prótesis. Jean, mientras tanto siempre está a su lado.
Publicado el 19/11/2010