La obra salesiana de Tonj, en Sudan, celebró el miércoles 16 de junio la jornada del niño africano. El padre Cyril Odia, Delegado para la Pastoral juvenil de la Delegación Inspectorial de Sudan, coordinó la animación de la jornada, en la cual participaron también las Hijas de María Auxiliadora y los profesores de las escuelas públicas.
Las actividades iniciaron con la celebración de una Eucaristía vivaz y participativa y, al final de ella, se impartió la bendición a todos los niños. Después siguieron las actividades recreativas y la programación cultural con cantos y bailes que, a pesar de la lluvia, motivaron a la comunidad hasta las horas de la noche. En la tarde “Radio Don Bosco FM”, del cual el padre Odia es director, abrió sus líneas telefónicas a los oyentes y con la ayuda de 7 traductores afrontaron temas y problemáticas relacionadas con la infancia y la realidad juvenil.
También en Luanda, Angola, fue organizada una gran fiesta dedicada a los niños. La iniciativa fue promovida, el 20 de junio, por los salesianos de la Comunidad de San Pablo, y de modo especial por el el padre Stefano Francesco Tollu, Delegado para la pastoral deportiva de la inspectoría, junto con los animadores del equipo, “Amigos de Avô Ximinha”. La líder de este grupo, Avô Ximinha, es una mujer católica que trabaja desde hace años con numerosos proyectos para los niños de África. Con su equipo produce música e historias dedicadas a los niños, comprometiéndolos directamente al interno de sus espectáculos.
La fiesta, realizada en la Comunidad del Buen Pastor, en el barrio de Mota, fue una oportunidad para ayudar al sostenimiento de los niños: mientras al ingreso los niños entraban gratis, a los adultos se les pidió un don alimenticio.
La Jornada del niño Africano fue establecida en el año 1991 por la organización de la Unidad Africana, actualmente Unión Africana, para recordar las víctimas de los estragos de Soweto del año 1976 y los derechos negados a la infancia en el continente. El 16 de junio de 1976 centenares de niños, muchachos y jóvenes estudiantes negros salieron a las calles de Soweto, suburbio de Johannesburgo, Sudáfrica, para protestar contra la pésima calidad de la instrucción e imposición de la lengua “afrikaans” de los blancos como lengua escolar. La reacción de la policía fue durísima y en los encontrones de los días sucesivos fueron asesinados centenares de jóvenes africanos.
Publicado el 24/06/2010