En el curso de la 14ª Sesión ordinaria del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en desarrollo desde el 31 de mayo al próximo 18 de junio en el “Palacio de las Naciones” de Ginebra, el martes 1° de junio, se tuvo una asamblea urgente debido a la operación militar de la marina israelita con un convoy turco que se dirigía a la Franja de Gaza.
Monseñor Silvano Tomasi, arzobispo de Acelum y Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Instituciones Especializadas de Ginebra, han expresado las condolencias y la solidaridad de la Santa Sede a los Familiares de las víctimas, observando que “la violencia no lleva a una paz duradera; mientras el diálogo, el respeto de los derechos y la mutua aceptación lo alcanzan”.
El Delegado de la Santa Sede recordó que, reconstruido los hechos y las responsabilidades de las acciones militares, queda todavía, por resolver la situación de la población que habita la Franja de Gaza, porque sus necesidades “no son satisfechas y todas las partes comprometidas y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de cooperar de modo que se llegue a respetar los derechos humanos fundamentales”. Concluyendo monseñor Tomasi, a nombre de la Santa Sede, renovó el llamado a que en Tierra Santa se llegue a tener dos estados independientes.
La tutela de los derechos de los pueblos ha sido el centro de una segunda intervención que Monseñor Tomasi hizo en la segunda jornada sobre la deuda externa y la educación. El debate sobre la deuda externa se centró en cómo prevenir la proliferación de los llamados “fondos buitre”, o sea, las prácticas especulativas que se aprovechan de las condiciones económicas desfavorables de los países en vía de desarrollo, aumentando el monto de la deuda.
“Reafirmando el principio que la deuda debe ser saldada, es necesario encontrar una salida que no comprometa el fundamento de los derechos humanos a la subsistencia y al progreso ” ha afirmado monseñor Tomasi, citando la encíclica “Centesimus Annus” del Papa Juan Pablo II. La deuda de los países en vía de desarrollo debe ser afrontado a la luz de un amplio sistema económico, político y tutelar los derechos teniendo en cuenta las relaciones de corresponsabilidad y las causas de la deuda externa.
Para finalizar el delegado de la Santa Sede ha invitado a los expertos Internacionales a presentar propuestas normativas para el control preventivo del mercado financiero, e impedir maniobras especulativas y daños a los países mayormente endeudados.
Publicado el 03/06/2010
