El Rector Mayor llegó el 11 de febrero al aeropuerto de Santo domingo. En el recibimiento estuvo presente el superior de la Inspectoría de las Antillas el padre Víctor Pichardo que, ayer en la mañana 12 de febrero, ha acompañado al Rector Mayor a la capital Haitiana gracias en un vuelo en helicóptero. Llegados a Puerto Príncipe, 30 días después del terremoto que ha destruido el corazón de la capital, el IX sucesor de Don Bosco ha observado las vastas áreas de desolación.
El helicóptero ha aterrizado en la embajada de la República Dominicana, también esa inutilizable a causa del terremoto. Salieron al encuentro el nuevo Visitador, Padre Sylvain Ducange, y su predecesor, padre Charles Jacques, además la Inspectora de Haití, Sor Marie Claire Jean, y el mismo embajador de la República Dominicana en Haití que se ha presentado como exalumno salesiano.
La primera etapa ha sido Pétion Ville. Aquí los muchachos y jóvenes han acogido a don Chávez con cantos de júbilo y de danza tradicional. “Como hijos de Don Bosco, la alegría nos caracteriza, el optimismo nos mueve y creemos en el renacimiento del pueblo Haitiano y en la refundación del carisma salesiano de nuestro país”, ha dicho el padre Ducange en su discurso de acogida. A sus palabras el Rector Mayor ha hecho una replica, en la cual ha renovado su cercanía personal y de la Congregación entera, llena de esperanza: “Antes de pensar en reconstruir los muros, es necesario dar esperanza a la gente y a los jóvenes”.
Después ha visitado la obra salesiana más golpeada por el terremoto, sea en las estructuras, como en la perdidas de vida: la “Ecole Nationale des Arts et Métiers” (ENAM). Lo acompaño el grupo del padre Mark Hyde, de la Procura de New Rochelle, que desde hace días coordina las ayudas desde Haití. En la obra el Rector Mayor ha recorrido paso a paso cada uno de los pabellones del Instituto y verificando los daños y fracturas, después se ha detenido por algunos minutos en silenciosa oración, precisamente, en el lugar donde fueron sepultados 12 alumnos salesianos.
Mucho más profunda e intensa ha sido la conmoción de frente al cúmulo de escombros que todavía retienen los cuerpos de cerca de 150 muchachos. El silencio de los patios, invadidos de ruinas, han hecho más dolorosa la exclamación: “¡No es posible! Eran los muchachos que querían encontrarle sentido a sus vidas”. El Rector Mayor ha querido saludar y alentar a los trabajadores de la protección civil y a los Bomberos Italianos, que están quitando los escombros de Enam. El valor de aquel lugar y lo “sagrado” se viste de tragedia y recogimiento.
En ENAM, la vida no se ha detenido. Los muchachos y los trabajadores de las “Lakai” han acogido a Don Chávez con un breve y glorioso saludo lleno de cantos y de slogan. “Ahora debemos mirar el futuro, esperamos darle a Haití una esperanza”, ha dicho el Rector mayor a los Muchachos. Al final los muchachos de “Lakai” han ofrecido a Don Chávez un cuadro al óleo.
Aquí el rector Mayor se ha reunido con un grupo de Italia guiado por el Capitán Vascello Gianluigi Reversi, Comandante de la porta aéreos “Cavour” del contingente italiano en Haití. “Hemos querido colaborar con los salesianos porque hemos constatado el empeño a favor de los muchachos y de los más pobres”, ha dicho el portavoz de la oficina de información del contingente.
La parroquia salesiana de Cité Soleil, en estado inservible por el terremoto, los campos de acogida en disposición en Drouillard y la sede de la Visitaduría, han sido las siguientes etapas. A pesar del sufrimiento, de ver cuán profunda ha sido la herida causada a las obras salesianas Don Chávez no ha dejado de infundir una voz de aliento, de esperanza y optimismo.
“Estamos felices de la visita del Rector Mayor y sentimos en él la cercanía de toda la Congregación. Esto nos motiva a salir adelante a superar todas las dificultades”, ha dicho más de una vez el padre Ducange, que el 30 de enero ha tomado posesión como nuevo superior de la Visitaduría de Haití.
En las primeras horas de la tarde Don Chávez ha recorrido las calles y los lugares más golpeados de la ciudad. Mirando las ruinas de la catedral, ha comentado con quienes lo acompañaban: “Dios está pasando por estas calles y nos está diciendo que está de parte de los que están sufriendo, de quienes han quedado bajo los escombros, de quien ha visto convertir en polvo lo poco que aún tenía.
La última etapa del primer día ha sido en Fleuriot, la casa del posnoviciado y de formación para las órdenes religiosas presentes en Haití, completamente destruida. “Hay que reconstruir para favorecer la formación de nuestros salesianos y continuar a ofrecer el servicio de la formación a la iglesia local”, ha estado motivando y señalando el Rector Mayor.
Para finalizar una reunión con el Consejo de la Visitaduría que ha iniciado mirando hacia el futuro.
Publicado el 13/02/2010
