(ANS - Roma: 20 de enero de 2007) - La segunda jornada de espiritualidad de la Familia Salesiana, comenzó con la conferencia de don Eugenio Albuquerque, y estuvo caracterizada por algunos testimonios significativos y por los trabajos de grupo.
Don Albuquerque ha recorrido sintéticamente el pensamiento de la Iglesia sobre la vida humana y poniendo de manifiesto la constante atención, cuidado y defensa de la dignidad de la persona humana. "El pensamiento eclesial se une así a la amplia corriente que "atraviesa y penetra ya a todos los pueblos de la tierra, cada vez más conscientes de la dignidad del hombre; éste no es una cosa o un objeto del cual servirse, sino que es siempre y sólo un sujeto dotado de conciencia y de libertad, llamado a vivir responsablemente en la sociedad y en la historia, ordenado a valores espirituales y religiosos" (CL 5). De esta conciencia se ha hecho intérprete del pensamiento eclesiástico en múltiples ocasiones y de diversas maneras reconociendo y afirmando la centralidad de la persona tanto en la vida privada como en la social, en la que, según la afirmación de Pío XII, el hombre, debe ser y permanecer su sujeto, su fundamento y su fin".
Siguieron a continuación algunos testimonios en defensa y promoción de la vida. De los esposos Alberto Beber y Lorena Dal Col que han relatado cómo a lo largo de los años y de los acontecimientos han decidido adoptar cuatro hijos, dos gemelas indias y dos muchachos colombianos, dándoles una nueva familia. "No faltan - han dicho - los problemas relacionados al abandono, a tener en cuenta el rechazo de su propia familia de origen, a tener que ser aceptados en un continente distinto, y, en una palabra, a la necesidad de recomponer todas las piezas de su existencia. Y tampoco falta la esperanza de que el camino emprendido con nuestros muchachos les lleve a poder ser adultos responsables y felices, y también más sensibles a quienes les ha tocado en suerte una vida de sufrimiento".
Las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, fundadas en 1905 en Colombia por el beato don Luis Variara, Salesiano, han presentado brevemente, con la ayuda de un video, la identidad y la finalidad de su Instituto. Han compartido con los presentes la alegría de su propia misión con los enfermos, los pobres y los últimos. El tercer testimonio ha sido presentado por Stefania Esposito, de 37 años y minusválida de nacimiento, que con serenidad ha hablado de su compromiso misionero, "Mi deseo siempre ha sido el de poder ayudar a los demás. Para mí el verdadero sufrimiento, dadas mis condiciones físicas, es el no poder valerme por mí misma y estar siempre obligada a esperar la ayuda de alguien. Con un amigo, con el que compartimos los mismos ideales, visito a los enfermos; para uno que sufre es importante recibir la visita de alguien". La serie de testimonios concluyó con Nino Baglieri quien como consecuencia de un accidente de trabajo ha quedado paralizado desde 1968. Su historia hecha de perplejidad, de años de desesperación y de serena aceptación de la enfermedad, ha conmovido a los presentes. "El Señor me ha dado el don de escribir con la boca; es como haber recibido la misión de escribir lo que he vivido y que siento por dentro para comunicarlo a los demás. He comenzado a escribir poesías, oraciones... De esta forma ha comenzado mi misión de dar testimonio del Señor a todo el mundo".
Por la tarde los participantes, subdivididos en pequeños grupos, han profundizado sobre las conferencias y los testimonios. Al atardecer don Pier Fausto Frísoli, Consejero para la Región Italia-Oriente Medio, ha presidido la celebración eucarística. La jornada concluyó con las Buenas Noches dadas por el señor Rosario Maiorano. Coordinador General de los Salesianos Cooperadores, y una velada de folclore regional e internacional puesta en escena por las Hijas de María Auxiliadora del Auxilium.
