ANS – Bangui)– “La visita del Papa ha sido algo extraordinario para nosotros…porque se trata del Papa Francisco y porque tenemos tantos problemas. Esperábamos de él el paraíso, nos lo habíamos imaginado cargado de expectativas demasiado grandes, pero no nos ha decepcionado, al contrario”. Con estas palabras comienza la carta que el salesiano don Ferdinando Ricci ha escrito a ANS sobre la visita del Papa Francisco a la República Centroafricana.

La República Centroafricana es un país difícil, agresivo, falto de autoridad, aquí sólo mandan las armas y la locura. El Papa ha tenido el coraje suficiente de venir, a pesar de que muchos le habían puesto al tanto. Sólo nuestro barrio, ha sido penalizado, por el hecho de ser muy peligroso: han obligado al Papa a pasar rápidamente y en coche blindado; unos centenares de metros después de pasar ha subido al papamóvil.

Maravillosos los dos encuentros de oración con los cristianos y con todos, aunque el momento culminante para la gente ha sido la visita al barrio musulmán. Ellos no salen, nosotros no entramos. Sufren problemas de hambre, enfermedades, les falta el agua y la luz.

“Ánimo - ha dicho el Papa Francisco – es posible vivir juntos, porque todos somos hermanos”.  Con todos los muertos que ha habido, para nosotros han sido palabras muy fuertes, llenas de futuro. En el encuentro en la Catedral, al abrir la primerísima Puerta del Jubileo, ha dicho: “Hoy Bangui es la capital espiritual del mundo”. La gente sonreía, feliz: nosotros, los pobres, por poco tiempo ¡capital y centro del mundo! ¡Qué maravilla! La Misa en el estadio ha sido una exaltación de alegría, él cansado, nosotros también, tres horas bajo un sol ecuatorial, pero todos cantando a plena voz.

“Esta gente – dijo el Papa – revienta de alegría, aunque con el vientre vacío”. ¡Gozo verdadero y verdadero también el vientre vacío! Sed vosotros mismos artífices de la paz, desechad el odio y la venganza”, este es el compromiso que nos ha dejado.

Después, él ha partido y nosotros nos hemos quedado aquí, con la sonrisa reflejada en nuestros rostros. Al marchar, la vida ha retomado su sitio, han intentado robarnos en medio de la multitud. Hemos llegado a casa una hora después, sonrientes y aún ahora sonreímos. Esta visita nos hará sin duda más fuertes y decididos, también mañana y pasado mañana…y…

Feliz Navidad a todos.

Publicado el 22/12/2015