(ANS - Bangui) - El martes 3 de noviembre, los representantes católicos de la República Centroafricana se reunieron en la catedral de Bangui para hacer balance de la situación después de las recientes tensiones que estallaron en la ciudad y hacer un llamamiento al Gobierno para que intervenga y ponga fin a la "situación de sufrimiento y dolor" de la población refugiada.

La llamada se produce tan sólo a pocas semanas de la visita del Papa Francisco a la República Centroafricana – en la que abrirá la primera Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia - y llega después de un enfrentamiento en el que muchos párrocos y religiosos católicos, encabezados por el arzobispo de Bangui, Mons . Dieudonné Nzapalainga, compartieron las dificultades y graves problemas de inseguridad y violencia que azotan al país.

El pastor de la iglesia de Saint-Michel-Guy Charly Mamoundayen, dijo que el 26 de septiembre, la iglesia sufrió el ataque de un grupo armado (proveniente del barrio "Km5") y que el personal encontró refugio en los baños. Los atacantes robaron en el presbiterio y al día siguiente entraron en las habitaciones de los sacerdotes, prendieron fuego a la iglesia y a las salas de la parroquia. Sólo el tabernáculo fue salvado de las llamas lo que para los sacerdotes es signo de un milagro.

Sor Inès Badela, de la Congregación de las Hermanas Misioneras del Evangelio, contó la dramática aventura de un niño de 5 años de edad que presenció el asesinato antes sus ojos de su padre y hermanos.

El Padre Giorgio Aldegheri, superior provincial de los Misioneros Combonianos en el país, habló de la "primera" masacre que tuvo lugar 28 de mayo 2014 en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en la que un sacerdote fue asesinado con otras 11 personas que se refugiaron allí. Desde entonces la situación no ha mejorado y los grupos armados del distrito Km5 siguen aterrorizando a la población, cuyo único refugio es la parroquia.

Sobre la situación en la República Centroafricana habló también el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que ha advertido de la grave situación de las personas expuestas a la violencia de las milicias. "Varios cientos de niños enfermos y mujeres embarazadas no han sido capaces de llegar a los hospitales. Miles de familias han visto sus casas quemadas y sus medios de vida destruidos. Viven en un estado constante de miedo" informa el comunicado de prensa.

Publicado el 09/11/2015