(ANS – Damasco) – Continúa el testimonio del Inspector de Medio Oriente, el P. Munir El Rai, sobre su visita en Siria. Aquí está la tercera y última etapa, en la capital, Damasco.

Tuve amplia comodidad para encontrar la comunidad salesiana de Damasco, tanto los hermanos, como las Hijas de María Auxiliadora, que en Damasco tienen dos grandes presencias: un jardín infantil y otra al Hospital Italiano, donde ofrecen un servicio valioso e importante para la población siria, especialmente en este momento dramático.

Incluso en Damasco, como en Alepo, las actividades de verano están bien animadas y organizadas, con el apoyo de la presencia de animadores y colaboradores salesianos y al que asistieron cerca de 900 jóvenes de las zonas alejadas de la ciudad (...).

El centro de Damasco, a diferencia de ciudades como Alepo, todavía parece relativamente menos peligroso. Sin embargo, la situación se agravó considerablemente en los últimos tiempos, siendo cada vez más inestable e insegura. Incluso allí, los efectos de la escasez de agua, los cortes de electricidad, el costo de vida y la falta de puestos de trabajo, pesan sobre las condiciones de vida de la población, que cada vez más numerosa decide abandonar el país.

Los chicos y los animadores me han recibido fraternalmente en la obra y cada grupo me hizo partícipe de pequeñas obras de teatro, musicales y artísticas preparadas durante el verano. Les he agradecido y animado a seguir con el optimismo y la alegría que representan el corazón del espíritu salesiano (...).

En Damasco (...) he sido partícipe de la experiencia de un grupo de jóvenes que llevó a cabo actividades de voluntariado en algunos pueblos de la frontera con el Líbano; otro grupo de voluntarios ha desarrollado durante un mes una experiencia interesante y relevante de animación misionera. La experiencia de voluntariado, cuando se lleva a cabo por los propios jóvenes que viven situaciones de extrema dificultad e incertidumbre, es particularmente importante y significativa: a pesar de las dificultades y los peligros del ambiente, estos jóvenes se han puesto al servicio de los menos afortunados, y a través de esta experiencia han encontrado la alegría del donarse y del servicio, y han descubierto cuánto bien se puede hacer a través de la educación para la paz y la convivencia.

Durante mi estancia también conocí a un grupo de jóvenes que están viviendo la experiencia vocacional del "Venid, ved". Dos de ellos han querido vivir una experiencia prolongada al interno de la obra, participando en la vida y ayudando a los Salesianos en sus actividades diarias. También los Salesianos de Damasco han organizado para los chicos experiencias de campamento de verano. Dos grupos de alrededor de 140 jóvenes estaban comprometidos y han pasado cinco días de campamento de verano en la montaña, en Kafroun.

El 5 de agosto, fui invitado a presidir la Misa de las primeras profesiones de 6 jóvenes religiosas salesianas sirias. Fue muy agradable participar y asistir al momento de consagración a Dios de estas jóvenes hermanas en estos momentos particularmente difíciles en Siria.

El 6 de agosto, en la tarde, he dejado del país, visitando Líbano (...).

Seguimos orando para que esta trágica guerra en Siria, y todas las guerras que asolan el Medio Oriente y otros países del mundo, finalmente puedan terminar.

(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)

Publicado el 09/09/2015