(ANS - Laguna Negra) - Durante el mes de junio Nataly Gerhardt, una estudiante de la asignatura de Ciencias Biológicas de la Facultad de Universidad Católica Salesiana Vitória, ha realizado una experiencia de voluntariado en la misión de la Laguna Negra, en el Amazonas. Además del trabajo pastoral ha desarrollado actividades de promoción de la salud y el medio ambiente en las comunidades locales. Presentamos su testimonio:
La Misión de la Laguna Negra es un proyecto de evangelización de las comunidades costeras del río Amazonas; en ella se proporcionan servicios de atención médica y dental para los residentes de la zona. El proyecto cuenta con un barco hospital que brinda servicios aproximadamente a 200 comunidades, en la única vía de acceso a ellas que es el río Purús y sus afluentes.
La Comunidad Católica "Epifanía" es responsable de la misión, junto con la prelatura de Lábrea, la cual cada año en el período que va de mayo a julio, convoca profesionales y voluntarios que ofrezcan sus servicios parael bien común, en las diferentes áreas profesionales.
Ayudamos y orientamos a las comunidades ribereñas que realizan su siembra de verduras en los llamados " huertos verticales", ya que la inundación periódica del río termina perdiendo la mayor parte de la siembra. También realizamos clases para promover la conciencia ambiental en la gestión de residuos y tratamiento de aguas y así prevenir diversas enfermedades.
Aparte de todo esto, el trabajo más importante ha sido la evangelización mediante visitas a los hogares y la enseñanza del catecismo a los niños. La experiencia de encontrarse trabajando en el Amazonas, abre horizontes especialmente en la importancia de dedicarse al servicio de los demás. Ha sido una gracia poder trabajar por primera vez como profesional sirviendo a los más necesitados, siguiendo los consejos de Don Bosco, padre y maestro de la juventud, "el Señor ha puesto en este mundo los demás"; no importa la profesión, lo importante es servir y evangelizar.
Concluyo haciendo ver lo importante que ha sido para los residentes de estas comunidades un proyecto que puede parecer sencillo; este pequeño gesto que ha significado mucho para todos ellos.
Después de haber vivido durante tres semanas con las comunidades de la Amazonía, me doy cuenta de que me llevo mucho más de lo que pude llevarles y darles. La experiencia fue increíble y ha marcado para siempre mi vida, y me queda el deseo de reunirme de nuevo con ellos como anhelo de mi corazón. Ciertamente para que este proyecto continúe caminando depende de la Providencia de Dios pero también necesita recursos humanos y económicos.
Publicado el 15/07/2015