(ANS – Aden) – “La situación en Yemen se ha empeorado, con combates siempre más intensos, más muertes y más destrucción, debido a los bombardeos y a las granadas”. Esto es todo lo que nos cuenta el último salesiano misionero que ha quedado en el Yemen, a pesar de la guerra y de la situación de extrema inseguridad.

Los combates tienen lugar muy cerca de la casa de las Misioneras de la Caridad, así que también a ellas les afecta mucho. Ha explotado una granada cerca de su casa y, gracias a Dios, no ha sucedido nada grave, solamente unos cristales rotos. A decir verdad, esta mañana (ayer, 9 de abril, NdR) mientras estaban desayunando, un puesto objetivo cercano ha sido bombardeado 11 veces; el edificio ha temblado, y más aún, son ellas mismas las que se han puesto a temblar. La escasez de alimentos, medicinas, agua, electricidad es ya la normalidad, además de la falta de carburante.

La población local está mirando la posibilidad de escapar incluso hasta Somalia, por mar. Los combates en Yemen han dado  ya un balance de  650 personas, hasta el momento, los heridos son más de 2.200, centenares de miles han evacuado, debido a tanta pobreza y miseria. Justamente ayer (8 de abril), una embarcación con medicamentos ha logrado llegar a Aden, y otras Agencias  de socorro no tienen los permisos necesarios..

En Aden hay diversos grupos que combaten entre ellos. Hace pocos días, a unos 300 miembros de Al Qaeda les han ayudado a evadirse de la cárcel de  Mukalla. Hay mucho miedo de que, junto a los milicianos del ISIS, puedan llegar a Aden y añadirse con su ayuda a la devastación. El riesgo aumenta más y más el miedo..

En Sana’a, las Hermanas nos han contado que la situación es de verdad muy difícil. Casi no hay movilidad en las calles, debido, sin duda, a la falta de carburante. Los ataques aéreos continúan de noche y a veces también de día. Prácticamente, todos nuestros parroquianos se han ido y han logrado alcanzar ya sus países en seguridad. Actualmente, solo unos pocos han permanecido en diversas ciudades y quien ha optado por quedarse, debe tener sus motivos para hacerlo así.

Aquí, en Taiz,  la situación no es tan grave. Hay bombardeos de noche en algunas zonas, pero nos podemos mover libremente, aunque con cierta cautela. Lo peor es la grave carencia de carburantes. Delante de las estaciones de carburante se pueden ver largas colas, hasta más de un quilómetro. De todas las ciudades, Al-Hudayda es la más inmune, aunque la escasez de carburantes afecta a todo el país.

Las Misioneras de la Caridad de los 4 centros siguen ayudando a sus pacientes. Pase lo que pase no les abandonarán jamás. Yo me quedo aquí en Taiz. El lunes pasado fui a  Al-Hudayda en autobús para decir la misa a las Hermanas, ya que no habían podido hacer desde hacía días. He vuelto hace poco. Ningún problema en el viaje. Si la situación mejora y puedo viajar, iré a Sana’a y a Aden para celebrar las misas con las Hermanas y los que se han quedado allí. Ahora no es posible ir a Aden o Sana’a.

Publicado el 10/04/2015