(ANS – Monrovia) – Son palabras llenas de esperanza, después de meses de gran sufrimiento, las que vienen de los misioneros salesianos en Monrovia: "Aquí estamos ahora saliendo, aunque lentamente, del contagio del Ébola. Los casos reportados han bajado a 2-3 por semana, pero sobre todo las cadenas de infección parecen estar bajo control. Sentimos la necesidad de dar gracias al Señor que ha movido los corazones de tantas personas que han dedicado y dedican su vida para ganar la batalla contra el Ébola".

Por P.Nicola Ciarapica, SDB

El éxito aunque parcial se debe también a la intervención de las Grandes Naciones y Organizaciones Internacionales (como la OMS, Caritas Internacional, Médicos sin Fronteras, ...) y el trabajo capilar de información, prevención y distribución de suministros médicos y alimentos, hecho por muchos voluntarios. Entre ellos, más de 40 jóvenes animadores de la Misión.

Estamos saliendo de un período de estrés psicológico para hacer frente a las deficiencias, al contagio, a la necesidad de ser visto por un médico o tener que ser hospitalizado y no encontrar uno; estrés cultural de aceptar el no ser capaz (porque es prohibido) deasistir a los enfermos o acompañan a sus seres queridos al cementerio; en tener que cambiar las formas de saludo evitando los abrazos o el apretón de manos; estrés económico debido al largo período de emergencia en el que no solo las escuelas estaban cerradas, sino que también muchas tiendas y muchas actividades se han detenido. Las familias que ya estaban en crisis, se empobrecieron aún más.

Con la ayuda de benefactores, que nos ayudan con la oración y contribuciones económicas, hemos podido acercarnos a más de 3.000 personas para repartir más de 400 toneladas de arroz, 500 litros de aceite, 500 cubos y desinfectante de cloro, asistir más 200 casos que necesitaban asistencia médica y ayuda económica.

En febrero, la escuela reanudó sus actividades y servirán subvenciones para pagar las cuotas escolares. La Misión, con su ayuda puede estar cerca de la gente en esta recuperación delicada y difícil después del largo período de inactividad forzada.

Permanecemos unidos en la oración y en el servir a Jesús, que amamos, también en los que sufren y los necesitados.

¡Gracias por la ayuda que nos brindan para ser hermanos en la necesidad!

 (Traducción de Andrés Felipe Loaiza, SDB)

Publicado el 03/02/2015