(ANS – Bonn) – El mundo se puede salvar solo con los jóvenes. Por otra parte, los políticos, con el apoyo de la iglesia y de los jóvenes de todo el mundo lo pueden lograr. Más de 600 invitados asistieron al Foro Don Bosco, titulado titulado"Tengo poco tiempo para salvar al mundo" - cita de una canción muy conocida entre los jóvenes alemanes. En el foro, al que asistieron más de 600 personas, también estuvo presente el Dr. Friedrich Kitschelt, Secretario de Estado del Ministerio Federal para la Cooperación Económica y el Desarrollo (BMZ).

Dijo que en esa reunión el Dr. Kitschelt: "No podemos darnos el lujo de tener como socios en los proyectos de desarrollo a aquellos gobiernos que excluyen la participación de las personas, donde la corrupción está extendida y la sociedad civil no se le permite desarrollarse. Pero no podemos abandonar las personas. En estos casos debemos y queremos trabajar con las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las Iglesias". Y agregó: "Nos sentimos muy afortunados de contar con socios como Don Bosco, ya que suelen tener el mejor conocimiento de la realidad local".

Su interlocutor, el salesiano coadjutor Jean Paul Muller, Ecónomo General de la Congregación Salesiana, atrajo la atención a un targeta menudo olvidadopor el desarrollo moderno: los jóvenes. Trabajar por un mundo más justo es una realidad en la vida cotidiana de muchos jóvenes de todo el mundo. "Hoy los jóvenes son nuestra fuerza motriz y nuestra energía. Debemos tener confianza en ellos y en sus capacidades", dijo el Sr. Muller, haciendo hincapié en la necesidad de darles más espacio, especialmente en la política y en la Iglesia.

El Foro Don Bosco en 2015 permitió a los participantes de esta conferencia internacional, encontrar un espacio para expresar sus deseos para un futuro más justo. Así, por ejemplo, Rosie (26), ex voluntaria y co-moderadora del evento, pidió a dos invitados, Jasmine, de 27 años de Austria, y a Nikola, de 18 años, montenegrino, de comparar sus puntos de vista sobre el futuro del mundo, a partir de sus experiencias.

En todo el mundo actualmente viven 1200 millones de personas entre los 15 y 24 años. El 90% de ellos viven en países en desarrollo. A menudo no se siente nada sobre la situación social y las circunstancias políticas en las que muchos jóvenes de todo el mundo viven, y por lo tanto ni siquiera se oye su voz. "En el espíritu de la ética social cristiana y de la pedagogía de Don Bosco debemos poner a las personas en el centro", dijo el Dr. Kitschelt, en referencia al santo de los jóvenes. "Si los jóvenes pueden desarrollar sus habilidades, desarrollan una conciencia de cómo será el mundo en el que quieren vivir. Por ellohay debe ser creciente nuestra responsabilidad por la educación".

Publicado el 28/01/2015