(ANS – Szolnok) – Ayer, domingo 20 de octubre se realizó en Szolnok, lugar de nacimiento de Stefano Sándor, el último acto de las celebraciones oficiales previstas por la beatificación del salesiano coadjutor mártir. En la ciudad húngara, a las 11:00 hora local, mons. Miklós Beer, obispo de Vác, presidió la Eucaristía. A Don Pascual Chávez, Rector Mayor, correspondió la tarea de proclamar la homilía.

La iglesia del lugar para la ocasión se llenó de fieles. Para poner de relieve la solemnidad de la celebración, se contó con la presencia del coro "Jubilate" y de las cámaras de la "M1", canal principal ​​de Hungría, que transmitió en directo.

"En verdad, en verdad les digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto ( Jn 12,24)". La homilía de Don Chávez partió de este pasaje del Evangelio de San Juan para presentar cómo la vida del neobeato se gastó en la donación.

Don Chávez luego articuló su reflexión en tres puntos: en primer lugar, señaló que no solo el martirio, supremo acto de fe, sino toda la existencia de Stefano Sándor ha sido calificada por una profunda fe en Cristo. Por lo tanto, su testimonio, en este año de la Fe, es un modelo para todos los salesianos.

Posteriormente don Chávez recordó cómo la figura de Stefano Sándor resulta un emblema importante de cómo la fe puede madurar, hasta los niveles más altos dentro de la familia. Finalmente, el Rector Mayor recordó el aspecto más propio salesiano de la figura de santidad: la pasión por la educación, su celo por los jóvenes, para que sintieran que eran amados y fueran felices en el tiempo y en la eternidad.

Por la tarde Don Chávez, junto con su Vicario, don Adriano Bregolin, y otros salesianos, concluyeron la jornada de visita a la ciudad de Szolnok.

Publicado el 21/10/2013