(ANS – Goma) – Con una semana de retraso, debido a la realidad de Kivu del Norte, 9 de septiembre, el Centro Don Bosco de Goma-Ngangi comenzado el nuevo año escolar. Entre la inestabilidad que rodea la guerra y la esperanza que viene con cada nuevo comienzo, Mónica, un operador presente en el centro salesiano de 11 años, dijo ese día.

“El patio está lleno de niños, cada uno buscando los ojos del maestro de su clase. También están aquellos cuyos ojos están llenos de esperanza y en busca de un puesto libre para comenzar la escuela. Desafortunadamente, no es posible, hay no hay espacio para todo el mundo: este año sólo 3.500 alumnos podrán estudiar.

El centro se reabre, todo vuelve a su ritmo normal: los jóvenes estudiantes dicen una oración, y cantan una canción al principio del día, las chicas de 'Mamá Margarita' aprenden costura, corte de cabello, la cocina, y el equipo de asistencia social escucha las historias de los chicos ...

Las actividades reanudan en un ambiente de guerra ignorada: como si los señores de la guerra que están decidiendo nuestro destino, no existieran. Ahora estamos en los días de silencio, los líderes están negociando, como si en 15 días si se pudiera resolver una guerra que viene de 20 años

Los refugiados de Kivu Norte son más de 1 millón y aproximadamente 20% están a las puertas de Goma. Hay miles de personas que no viven una vida digna, son muchos los niños por años interrumpen la escuela.

¿Cómo serán estos adultos del mañana que han construido su educación en la inestabilidad, habituándose a vivir en un campo como si fuera su hogar? ¿Qué impacto tendrán en sus vidas viendo un mundo de adultos que viven, utilizando todos los medios para sobrevivir, tal vez incluso llegar a engañar y robar?

Vivir en este centro tratando de dar respuestas inmediatas te hace a veces ver negra la realidad que vive el país, te hace pensar que tal vez no somos capaces de dar respuestas es suficiente; pero creo que debemos denunciar, hablar, debemos sentirnos responsables, hacerlo mejor y escuchar, nunca me canso de escuchar.

Esta es una guerra olvidada, ya que este es un lugar olvidado, pero para aquellos que vivimos aquí deja una huella imborrable en el corazón, porque a pesar de ser un lugar donde no hay justicia, todavía es capaz de enseñar a la esperanza”.

Publicado el 23/09/2013