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(ANS - San Pedro Carchá) – El viernes 21 de diciembre mons. Rodolfo Valenzuela, titular de la Diócesis de Verapaz, bendijo una pequeña nueva iglesia dedicada a la Virgen de Guadalupe en el pueblo de San Jacinto. El lugar es uno de los muchos pueblos en el distrito de la parroquia de San Pedro Carchá, confiada al cuidado pastoral de los Salesianos. La actividad pastoral llevada a cabo por la parroquia es totalmente orientada a la etnia Maya-Q'eqchi, visitando pastoralmente más de 350 aldeas y una población de unos 250.000 habitantes.
La Iglesia ha sido posible gracias a un benefactor de los Estados Unidos y a la Procura Misionera de New Rochelle, sobre todo con la participación directa de la sra. Kelli Bochnik y el padre Mark Hyde. La construcción duró alrededor de un año y ha involucrado a todos los habitantes de la aldea; las mujeres también han contribuido a la construcción de la iglesia transportando la arena y el cemento a través del bosque.
La construcción de una iglesia en estos pueblos representa un estímulo importante para el desarrollo espiritual, social y civil de la población. La iglesia, de hecho, no es sólo un lugar de culto, sino también un punto de encuentro y de socialización, un impulso al desarrollo urbano del lugar: las casas que primero estaban hechas de madera, poco a poco comienzan a convertirse en ladrillo.
El obispo en su homilía recordó un canto Q'eqchi que dice "lao'o Santiles" (nosotros somos la Iglesia), y señaló que la comunidad debe participar cada vez más en vivir los valores del Evangelio según la experiencia de las primeras comunidades cristianas, así como nos dicen los Hechos de los Apóstoles. El obispo también recordó y agradeció por el trabajo desarrollado por la Procura Misionera de New Rochelle que desde hace varios años ayuda a la diócesis en proyectos que beneficien a los más pobres.
Don Vittorio Castagna, en Guatemala desde hace dos años más o menos, así comentó sobre el evento: "con estas personas he visto la iglesia crecer día a día. Es una experiencia única, y cuando se llega al final casi te conmueves. He visto a la gente darlo todo, absolutamente todo, sin escatimar en nada". Gente pobre que a la llegada del misionero salesiano expresan sólo un deseo. "Cuando llegué imaginaba tener que promover intervenciones de carácter más social, pero la gente me dijo: la única cosa que le pedimos es ayudarnos con la construcción de una iglesia".
El 21 de diciembre de 2012, para el pueblo de San Jacinto se inicia una nueva era.
Publicado el 28/12/2012