(ANS – Wau) – Desde el 21 de enero la Urna de  Don Bosco ha peregrinado por las ciudades del nuevo estado de Sur Sudan. La visita de la reliquia ha representado un momento de verdadera felicidad para la gente del lugar, probada por la pobreza y amenazada por los contrastes entre milicias del Norte y del Sur Sudan.

La reliquia de Don Bosco llegó al aeropuerto de Wau en la tarde del sábado 21 de enero; una enorme muchedumbre de personas, proveniente de diversas parroquias de la ciudad, esperaba el urna, entre ellos muchos salesianos, sacerdotes diocesanos y religiosos de otras congregaciones. Entre las autoridades estaba Mons. Rudolf Deng Majak, obispo de la ciudad, el honorable Rizig Hassan, Gobernador del Estado de Bahr El Gazal occidental, el Ministro de Salud, el Ministro de Educación, el Ministro de Comunicaciones y otras autoridades gobernativas.

Desde el aeropuerto la urna de Don Bosco fue llevada en procesión hasta el centro profesional salesiano de la ciudad, escoltada por la Banda de la Policía y la Banda del Instituto  salesiano de Tonj. Fue grande la fiesta en la estructura salesiana donde muchos jóvenes, que la esperaban desde hacía varias horas, pudieron con paciencia orar frente a la urna e invocar la intercesión del santo.

En los días siguientes, hasta el lunes 23, la urna permaneció en Wau, y luego trasladada a la presencia de Tonj (24-25 de enero), Maridi y Yambio, (26-27). Desde el domingo 28, la urna se encuentra en Juba, confín meridional del Sur Sudan, donde ha visitado las casas de los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora y la primera misión de las Hermanas de la Caridad en África.

“En todos los  lugares donde ha estado Don Bosco, ha habido expresiones de gratitud y de aprecio para con los Salesianos. – Narra el padre Ferrington Poobalarayen, Delegado Inspectorial para el Sudan – “Quisiera alcanzar a trasmitir todos aquellos gestos de agradecimiento de los Jefes de Gobierno,  Obispos, sacerdotes, religiosos y la gente pobre. Ha sido una experiencia inolvidable”.

El paso de la urna ha sido un evento nacional: la noticia ha circulado de persona en persona y lo mismo ha hecho la radio y la televisión. Continúa el padre Poobalarayen: “Para mí fue un milagro ver el recibimiento que la urna tuvo en Wau, Tonj y Maridi. Vinieron masas de gente que jamás hubiera imaginado. Lo que faltó en el Norte, Don Bosco lo ha recibido doblemente en el Sur”.

La visita en una parroquia diocesana, vecina a un campo que hospeda prófugos congoleses en la frontera entre los dos países, conmovió muchas personas. Reporta el Delegado Inspectorial: “el párroco me dijo: Padre, esta gente, vive en el campo de prófugos, no tiene nada para comer; pero Don Bosco hizo posible una jornada plena de felicidad que ha encendido una luz de esperanza. Ahora – concluye el padre Poobalarayen – nos espera el próximo desafío: transformar la euforia de la visita de la urna en una vida de mayor fidelidad”.

Publicado el 01/02/2012