Ayer, jueves 26 de mayo, la Asamblea de la Unión de Superiores Generales (USG) continuó con las actividades de reflexión y de compartir el seminario “Teología de la vida consagrada apostólica”. En primer lugar el padre Mario Aldegani, superior de los Josefinos de Murialdo, exhortó los superiores a individuar los temas prioritarios de teología de la vida consagrada apostólica todavía a desarrollar.
Sucesivamente, a través de las reflexiones de Fray Alvaro Rodríguez Echeverría, de los hermanos de las escuelas cristianas, Fray Mauro Jöhri, ministro general de los capuchinos, y el padre Josep Abella, superior general de los claretianos, indicaron la necesidad de vivir una espiritualidad dirigida hacia Dios, sea hacia los hombres, sea como dinámica y de presencia; fue señalada la importancia de la fraternidad, entendida como núcleo central e irrenunciable de la vida religiosa; y fueron propuestos nuevos posibles horizontes de la misión en la vida consagrada a través de la integración de experiencia concreta con la reflexión teológica.
La tercera y última jornada de trabajos de la asamblea de la Unión De superiores Generales (USG) fue iniciada con la relación “Las identidades esperadas. La vida consagrada frente a la crisis y a las expectativas de la sociedad contemporánea” del Prof. Salvatore Abbruzzese, Profesor de Sociología de la Religión de la Universidad de Trento.
En su análisis el profesor indicó con precisión aquello que hace la vida consagrada viva y actual, es decir, en primer lugar, su ser en disonancia con el mundo moderno. Mientras la sociedad moderna pierde sus vínculos naturales y con el territorio, las comunidades representan un oasis de memorias y tradiciones permanentes; mientras la sociedad continua a anular los tiempos y los ciclos, la vida religiosa, con sus ritmos bien precisos presenta una opción de vida alternativa; mientras la investigación estética se divide por el deseo de belleza, la dimensión religiosa protege los vínculos entre belleza y verdad.
En un contexto de secularización no interesado en refutar ideologías, sino de una natural indiferencia, la dimensión religiosa puede por lo tanto interpretar las necesidades de los hombres y de las mujeres que más allá no encuentran satisfacción en sus propios contextos. “La búsqueda de sentido no constituye más la exigencia de pocos, sino que comienza a convertirse en el deseo de Muchos”. Expresó el profesor Abbruzzese.
En las conclusiones Don Chávez, en calidad de Presidente de la USG, agradeció a todos los participantes a la Asamblea y retomando los conceptos emergidos de las tres jornadas, les recordó cómo la vasta reflexión teológica producida no consiste en una simple especulación teórica sino que encuentra significado porque toca la fecundidad de la vida consagrada.
Publicado el 27/05/2011