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“Asistimos con tensión al desenvolvimiento de la situación en Libia donde hasta ahora parece prevalecer la fuerza y la opción militar, augurando, en cambio, el uso de una mayor acción diplomática que conlleve lo más pronto posible a una repacificación nacional de este país norte africano”. Con estas palabras se expresa la CISM a propósito de la crisis político-militar de Libia, que compromete la entera comunidad internacional..
La CISM recuerda la invitación del Santo Padre a proseguir la paz como única alternativa frente a las realidades de muerte y destrucción y al mismo tiempo manifiesta su cercanía a Mons. Giovanni Martinelli, ofm conv., obispo de Trípoli, y a todos los religiosos presentes en Libia. “Pedimos que la comunidad internacional y la diplomacia de nuestro País coloquen todos los instrumentos políticos propios para que en Tripoli y en otros lugares de Libia vengan realmente tutelados los numerosos consagrados presentes junto a la gente que vive el momento actual en el sufrimiento y en el miedo”, reporta el comunicado.
Ayer, domingo 27 de marzo, después del rezo del Angelus, también el Papa Benito XVI volvió a invocar la paz para Libia y sus territorios del norte de África y del Medio Oriente, actualmente lleno de tensiones y conflictos civiles. El Papa dirigió “un urgente llamado a los organismo internacionales y a cuántos tienen la responsabilidad política y militar, para iniciar un diálogo inmediato que suspenda el uso las armas”, recordando cómo, en los momentos de mayor tensión, sea necesario “sostener una señal de apertura y de voluntad de reconciliación entre todas las partes comprometidas, en la búsqueda de soluciones pacíficas y duraderas”.
Publicado el 28/03/2011