Después de una breve introducción del padre Julian Daniel García Reynoso, Delegado para la Pastoral Juvenil de la Inspectoría, el padre Miguel Agustín Aguilar Medina, Inspector, dio el saludo de bienvenida a todos los presentes e inició la metodología formativa del encuentro: una experiencia de evangelización “urbana” hecha para vivir más profundamente el espíritu de Don Bosco y mostrar las posibilidades de acción en la vida cotidiana de su ciudad.
El Inspector subrayó la importancia de ofrecer a los coetáneos un testimonio cristiano creíble, vividos según el carisma salesiano, en los contextos de la gran ciudad, en los nuevos patios… “los jóvenes católicos hacen la diferencia y se distinguen de los demás” dijo el padre Aguilar Medina.
Los jóvenes participantes entraron en contacto con varias realidades de la ciudad de México. Motivados por el ejemplo de don Bosco los jóvenes en grupos se acercaron a estudiar y reflexionar muchas de las tendencias sociales, diversas de los grupos católicos, como por ejemplo grupos dark, emo, goticos, “bandas” de barrio, y al final encontrar a los jóvenes que tienen una cierta frecuencia con los ambientes religiosos, pero que todavía no tienen una experiencia profunda de Dios.
Entre las actividades desarrolladas en el fin de semana, los jóvenes analizaron las etapas de formación de los animadores salesianos y profundizaron los objetivos de su formación, su identidad y el recorrido formativo; señalaron las habilidades y actitudes para cultivar y poner en práctica en las comunidades educativo – pastorales; y se confrontaron sobre la “Carta de identidad del MJS en México, un documento que busca renovar y relanzar el MJS en el país.
En las dos jornadas lo muchachos pudieron dialogar y crecer en la amistad, en el respeto reciproco y en la armonía, confrontándose con su modo de vivir y los valores del Evangelio en la vida cotidiana. Realizaron un cine forum y otras dinámicas para la integración entre ellos y con los muchachos de la zona; el culmen de estas actividades ha sido el rosario por las calles del barrio, durante el cual los jóvenes oraron para pedir justicia, paz y ausencia de la violencia en México.
El encuentro terminó en la tarde del domingo 5, con una eucaristía en el patio de la obra salesiana y el empeño de parte de todos a servir a la juventud en cualquier puesto que sea necesario.
Publicado el 10/12/2010