La producción y la posterior distribución del vino ha encontrado en los últimos años no pocas dificultades con motivo, sobre todo, a las progresivas restricciones. Don Franco Ronzani, Ecónomo de la Obra Salesiana de Cremisan, afirma que antes del 2000 la producción alcanzaba las 400.000 botellas, pequeñas y grandes, de vino al año. Hoy, después de que por algún tiempo la producción ha bajado a menos de 100.000, se alcanzan unas 150.000 botellas y, a pesar de la fuerte domanda, es difícil aumentar la producción.

Los orígenes del Centro remontan al 1882, cuando don Antonio Bellone, sacerdote italiano miembro del Patriarcado Latino de Jerusalén, adquirió las primeras parcelas de terreno en la zona. En 1885 fue activado una pequeña cantina, que se ha desarrollado gradualmente para contribuir, al menos en parte, al sustento de los religiosos de la Congregación fundada por don Bellone. El sacerdote en 1891, constatando de no poder  llevar adelante  todas las obras  por él fundadas (orfanatos en Belén, Beit Gemal y Cremisan), invitó  a la Congregación Salesiana a asumir sus Institutos;  él mismo se hizo Salesiano con muchos de sus colaboradores.

Hasta hoy las rentas del Centro vinícola de Cremisan sirven para financiar las Obras Salesianas como la Escuela de Nazareth, un Centro de Formación Profesional para jóvenes palestinos y un horno que distribuye pan entre las familias pobres.

Entre los vinos más apreciados de la cantina salesiana, además de los blancos y los tintos de mesa, está aquel para la celebración Eucarística, solicitada por muchos países y, otras calidades como el Merlot, el Cabernet, el Riesling, el Chardonnay, el Malvasia. Entre los vinos locales, la Torre de David o el Caná de Galilea. También se produce un agradable vermut y coñac.

En estos días se ha concluído con la recuperación de algunos campos para el cultivo de las cepas. Es esta la primera fase del nuevo proyecto que los salesianos están conduciendo junto al Voluntariado Internacional para el Desarrollo ( VIS). La ONG salesiana, que está promoviendo colaboraciones con Instituciones públicas y educativas desde hace  muchos años para sostener la obra de Cremisan, ha logrado comprometer Entes y Empresas del Sector, como la Provincia Autónoma de Trento, el Ministerio de Asuntos Exteriores Italiano y, de manera particular, al Sr. Riccardo Cotarella, apreciado y estimado "Wine Maker" a nivel internacional.

Con este relanzamiento, los salesianos esperan lograr superar las limitaciones debidas a las fuertes restricciones administrativas y fiscales, para mejorar el producto y distribuirlo de manera aún más amplia y detallada. "¡Desde hace más de 120 años producimos vino y queremos seguir haciéndolo por otros 1.000!", promete don Ronzani, Responsable del Centro vinícola dónde, además de los dos salesianos, trabajan también cinco laicos, cristianos y musulmanes.

Publicado el 07/11/2008