Cinco son los pasos propuestos en la declaración final. El punto de partida son las “Historias en las que inspirarse”, que recoge las diferentes experiencias surgidas en el encuentro, después sigue la sección “Alcanzar los confines”, que ofrece un fondo teológico al compromiso misionero de la Iglesia en Asia. La tercera parte –“Desafíos” – delinea brevemente el contexto en el que se desarrolla la misión en el continente: mientras que las oportunidades par el desarrollo de la misión se encuentran en la sección “Ilimitadas posibilidades”.
En la última parte – “Respuestas urgentes” – se recomienda la oración y la experiencia de Dios, una sensibilidad para la cultura en Asia y la atención a las pequeñas comunidades cristianas y a los nuevos movimientos.
El texto, además, exhorta a una mayor creatividad en los modelos de evangelización a través de programas creativos, realizables gracias a las nuevas posibilidades de comunicación en el cyber-espacio, en el que los jóvenes y los muchachos pueden “hablar” de tú a tú con un evangelizador, previendo el acceso incluso a los no oyentes. La creación de esta red es especialmente importante en aquellas situaciones donde la Iglesia es minoría. En la comunicación se sugiere también la idea de la creación de un archivo central que recoja las principales informaciones sobre las iniciativas de evangelización empleadas.
Publicado el 31/07/08