RMG – Una experiencia espiritual muy profunda |
Argentina - Ceferino ya es beato |
Respondiendo a las preguntas de Giovanni Peduto, don dal Covolo presentó primero el perfil biográfico del joven que se prodigaba por querer ser de ayuda para su gente que estaba viviendo un momento difícil y, posteriormente, hizo hincapié en el secreto de la santidad de Ceferino que miraba el ejemplo de Domingo Savio, alumno dirigido por Don Bosco. “Se trata de ese tipo de santidad, por lo que asaltan a la memoria las reflexiones propuestas por el Siervo de Dios Juan Pablo II en la Novo Millennio Ineunte, y nuevamente retomadas en estos días por el Papa Benedicto XVI en el Ángelus de la solemnidad de Todos los Santos: la santidad non es un privilegio excepcional, reservado a pocas personas; la santidad es en cambio la meta comprometedora de todo bautizado, es el punto de llegada de la vida cristiana ordinaria”. Prosiguiendo el Postulador de los Salesianos puso en evidencia que “En esta perspectiva -que podemos llamar “el secreto de la santidad” de Ceferino- se necesita reconocer la validez carismática de las intuiciones pedagógicas de Don Bosco”.
Don dal Covolo precisó que lo que llama la atención de la figura de Ceferino, citando una frase del cardenal Juan Cagliero quien conoció al joven, es que “En este muchacho se ve que reina la gracia”, por el candor que irradiaba y, citando el conocido proverbio “hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece”, comentó: “no debemos olvidar jamás que la historia de los hombres es sobre todo una historia de gracia, siempre sujeta e iluminada por la Providencia de Dios, en la que los verdaderos héroes son los santos que la colman, tanto aquellos reconocidos como aquellos no canonizados: y a esto se refiere precisamente lo de “el bosque que crece”.
Para don Enrico dal Covolo a los jóvenes de hoy Ceferino recomienda sobre todo la coherencia, la fidelidad, la firmeza de frente a los compromisos del “buen ciudadano y del buen cristiano”. La aspiración fundamental de Ceferino, la de “ser útil a su gente”, es en el fondo la aspiración de todo joven de buena voluntad. Y precisamente esta aspiración resulta potentemente iluminada y reforzada por la adhesión a Cristo. De esta forma los ideales humanitarios que Ceferino, como muchos jóvenes de hoy, admiraba profundamente, son asumidos, confirmados, potenciados gracias a la fe en Cristo, a los Sacramentos y a la oración”.
Publicado el 14/11/2007