Haití – Seis años después del terremoto el trabajo salesiano sigue dando frutos |
Haití – El terremoto golpea también a los Salesianos |
Haití – Trágicas actualizaciones después del terremoto |
(ANS – Puerto Príncipe) – Ayer 12 de enero de 2016, exactamente 6 años después del devastador terremoto que sacudió Haití, se realizó una celebración eucarística en la obra de ENAM, en el mismo lugar donde enterraron a 200 estudiantes de "la Pequeña escuela del Padre Bonhen" (OPEB) el 12 de enero de 2010.
La ceremonia, presidida por el P. Sylvain Ducange, Inspector de Haití, quien se encontró con los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora de la zona metropolitana, junto con postnovicios, aspirantes, prenovicios, directores y profesores de la OPEB, estudiantes y otros empleados de la gran obra de ENAM.
El P. Jean Sylvain Jeannot, Vicario Provincial, ha pronunciado la homilía, después de haber esparcido simbólicamente pétalos de una flor en el lugar donde están enterrados los restos de los estudiantes de la OPEB. "Como estas flores han sido deshojadas para honrar a nuestros seres queridos, así Dios se hizo pobre para enriquecernos - dijo el salesiano - Si Haití sigue sufriendo las secuelas del terremoto, después de seis años, no significa que Dios nos haya abandonado. Él es un Dios misericordioso. Él es el que nos permite estar hoy aquí. Él es quien nos enseña la mejor oración por todas las personas desaparecidas el 12 de enero, en particular por nuestros seres queridos. Nada puede separarnos de su amor por nosotros".
La celebración trajo a la memoria tantos recuerdos: al lado de la multitud de estudiantes que perecieron en la destrucción de la escuela, también se recordaron del salesiano coadjutor Hubert Sanon y tres jóvenes salesianos muertos en esa ocasión.
Después de la misa los salesianos se han dirigido a la universidad Quisqueya, donde enterraron a dos jóvenes salesianos. Allí, en una habitación construida en memoria de los estudiantes afectados por el desastre del 12 de enero, recitaron las Laudes. Esta oración fue ofrecida por todos los estudiantes universitarios que murieron en este lugar, especialmente los estudiantes salesianos: Wilfrid Atismé, Valsaint Vilbrun, Pierre Richard René.
Toda la mañana transcurrió en una atmósfera de meditación y profunda reflexión sobre la fragilidad de la vida sobre la tierra.
Publicado el 13/01/2016