(ANS – Gambela) – Presentamos una entrevista realizada por Chiara Succol para la página Web del Movimiento Juvenil Salesiano de Triveneto, al salesiano don Filippo Perin, que partió a las misiones de Gambella en Etiopía el año 2008. Trabaja en el pueblo llamado Pinyudo.

Ha estado muchos años como Salesiana en  Italia. ¿Qué le motivó para hacerse misionero?

Como Salesiano pasé unos 14 años trabajando con los jóvenes en Italia. Un día escuchٕandola conferencia a cargo de un misionero que contaba su vida, me pregunté si no podría ser también mi misma historia. Luego, en la escuela, hice una experiencia diferente en verano. Un buen día me mandaron a Etiopía.

¿Cuáles son las mejores cosas de Etiopía?

Describir un país entero con su gente en pocas líneas es muy difícil, sin duda hay muchas de cosas buenas: la acogida de las personas y en especial a los misioneros, el deseo de saber, las ansias de conocer, el deseo de hacerse amigos, el respeto y la dignidad a cada persona y especialmente la  humanidad de los pobres, que cada vez que te encuentras con ellos te penetran en el corazón.

¿Cuáles son las cosas más difíciles en la vida misionera?

La situación de pobreza que existe en el pueblo y sobre todo en el campo de refugiados, donde voy todos los domingos a celebrar la misa en diferentes Capillas que tenemos y que siempre requieren de atención, de total disposición para resolver situaciones y para escuchar a la gente.

El problema del agua potable en Etiopía es muy grave. ¿Qué está haciendo para ayudar a las personas a tener acceso a este bien tan preciado?

Nosotros, junto a muchos amigos que nos ayudan de Italia y nuestro Obispo Abba Angelo, buscamos de hacer todos los años 4 o 5 nuevos pozos. Siempre tratamos de combinar la construcción de una capilla con la construcción de un pozo de agua potable, junto a la oración siempre tratamos de ayudarlos en sus necesidades. Hemos inauguramos en agosto el nuevo pozo de Pinyudo y hemos elegido el pueblo donde haremos el siguiente pozo en Olaw.

Reza una obra de misericordia: Dar de beber al sediento. ¿Qué significa para usted vivir esta obra de misericordia, en base a su experiencia?

Vivir en el confín del mundo, donde  termina la carretera y todas las comodidades que tenemos en mente, (Pinyudo no existe en ningún mapa) vivir junto a la gente del pueblo quienes son muy pobres y por el otro lado; vivir  con dos grandes campos  de refugiado es realmente es vivir en las manos de Dios. Cada día muchas personas piden agua, alimentos, ropa, medicinas, un pasaje para el bus, materiales para hacer una casa, la necesidad de un par de zapatos, el dinero, la amistad, la confianza... Cada vez que alguien  se acerca a ti, es un encuentro con el mismo Jesús. Nosotros aquí no hacemos milagros, ni grandes cosas, pero cada día buscamos y tratamos de dar agua y sentido a los más pobres, a los que misteriosamente no tienen nada atractivo a los ojos del mundo.

El Papa Francisco ha declarado el Jubileo extraordinario de la Misericordia. ¿Qué es para ti la misericordia ?

Nosotros hemos visto el domingo 29 en Bangui, al Papa Francisco que abrió la puerta del Gran Jubileo de la Misericordia, partió de África, porque creo que realmente necesitamos más misericordia para vivir mejor. Ya hemos traducido muchos documentos del Papa en el lenguaje de nuestra zona, especialmente en una Misericordia que se traduce en tener un buen corazón, ser compasivos, cálidos y profundos. Este es el Jubileo de la Misericordia, es sobre todo un asunto del corazón.

Cuéntenos un episodio que, en Etiopía, te ha demostrado concretamente el  rostro misericordioso del Padre.

No creo que hay hechos espectaculares. La vida de la gente pobre es siempre la misma y nunca es noticia, pero la presencia de Dios es visible sobre todo en las mujeres, que trabajan sin descanso por sus hijos, por sus casas, por el agua para tomar, por los alimentos, en la alegría de los niños, que incluso si no tienen nada, realmente nada, siempre están felices. Dios está presente en los varones, en la fidelidad de tantos hombres, que en lugar de irse porque no hay trabajo, no hay futuro, hace calor, permanecen fieles a la familia, a los hijos. En esta vida al borde de la pobreza existe una convivencia pacífica entre los diferentes grupos étnicos, entre las religiones. Aquí está el rostro de Dios, la vida se convierte una oportunidad para mostrar al mundo.

Publicado el 12/22/2015