(ANS – Bangui) – "Bangui se convirtió en la capital espiritual del mundo. El Año Santo de la Misericordia inicia por adelantado en esta tierra. Todos nosotros pedimos paz, misericordia, reconciliación, perdón y amor". Con estas palabras, ayer domingo 29 de noviembre, Papa Francisco abrió la Puerta Santa en la Catedral de Bangui, capital de la República Centroafricana, uno de las periferias más difíciles del mundo entero, y que por ello tiene mayor necesidad de Misericordia y de la presencia de la Iglesia.

Rodeado de unos 50 obispos, 2.500 entre sacerdotes, religiosos, religiosas, catequistas y fieles, en esta ciudad herida y a pesar de los riesgos de seguridad, el Papa comenzó la celebración del primer domingo de Adviento, y reiteró su mensaje paz. "Los operadores de evangelización deben primero ser artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia (...) En todas partes, sobre todo donde reinan la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos están llamados a dar testimonio de este Dios que es Amor", dijo el Papa en su homilía, que concluyó recordando cómo "Dios es más fuerte que cualquier otra cosa", una constatación que da al cristiano la confianza y la serenidad, incluso de frente a las peores dificultades.

La apertura de la Puerta Santa y el anticipo del Jubileo en Bangui han representado el momento más alto y simbólico del viaje papal a África; un viaje que incluso ha experimentado otros momentos importantes en las anteriores etapas, en Kenia y Uganda.

En este último país, donde ha estado desde la noche del viernes 27 hasta la mañana del domingo 29, el Papa visitó el Santuario Anglicano y el Católico de Namugongo, rezando ante las reliquias de 45 mártires - católicos y anglicanos - que fueron asesinados por el rey Mwanga II y que se convirtieron en la semilla del cristianismo en el país; y dirigió palabras muy significativas a los jóvenes ("la vida es como una semilla: para vivir se debe morir... como murieron los mártires de Uganda... Si yo transformo lo negativo en positivo, soy un triunfador. Pero esto se puede hacer sólo por la gracia de Jesús"); y tanto a los religiosos, a quienes exhortó a confesarse a menudo, a orar siempre, y a ofrecerse a ir en las diócesis necesitadas como misioneros.

Hoy, en la última etapa de su viaje, Papa Francisco visitó la mezquita de Kaudoukou, donde, recibido por 5 imam, instó a decir "no al odio, no a la venganza, no a la violencia, en particular a aquella que es perpetrada en nombre de la religión o de Dios".

Así, el Papa celebró la Santa Misa en el estadio Barthélémy Boganda y, al final de la mañana, regresó hacia Roma.

(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)

Publicado el 30/11/2015