(ANS – Montevideo) – El pasado 21 de octubre, la Junta Departamental de Montevideo realizó un homenaje a Don Bosco y a toda la comunidad salesiana, con motivo de la conmemoración de los 200 años del nacimiento del santo fundador de los Salesianos.

Las gradas de la Sala de Sesiones de la Junta, se colmaron con decenas de integrantes de dicha comunidad. Hubo fuerte presencia de jóvenes del Movimiento Tacurú, que trabajan en tareas de limpieza y barrido de las calles, gracias a un convenio que la Intendencia de Montevideo posee con la institución desde 1992.

Darwin Belza del Partido Nacional, fue el edil convocante y por tanto el primero en disertar en la sesión. El curul recalcó la importancia del patio como ambiente educativo en los colegios salesianos y también destacó el trabajo de las Hijas de María Auxiliadora.

La edila Cristina Ruffo, del Partido de la Concertación, hizo un racconto cronológico de la tarea de los salesianos en Uruguay desde su llegada en 1876 y destacó la colaboración de exalumnos y religiosos para mantener vigente las ideas de Don Bosco al día de hoy.

Con gran carga emotiva y reconociéndose como exalumna salesiana, la edila Gimena Urta, del Frente Amplio, detalló la creación de los oratorios festivos por parte de Don Bosco, en 1842, como un espacio para apoyar y formar a los jóvenes que salían de la cárcel en el Turín del siglo XIX. También destacó la importancia que el santo homenajeado daba a la comunicación, desde la editorial hasta el diálogo fraterno o las expresiones artísticas, siempre al servicio de la misión educativa.

Aludiendo a la imposibilidad de resumir en pocos minutos la vida y obra de este gran hombre, Urta finalizó su alocución con una frase de Don Bosco: “Trabajemos como si nunca tuviésemos que morir y vivamos como si tuviéramos que desaparecer a cada instante”.

Daniel Villamil, edil por el Partido Nacional, también hizo hincapié en la vigencia del Sistema Preventivo y en la expansión de la obra salesiana a lo largo del tiempo .

Para finalizar, el edil frenteamplista Mariano Arana, espontáneamente recalcó que la corporación se aparta de la idea de “que los jóvenes que nacen en un contexto que los induce a la ilegalidad son irrecuperables”.

Además comentó de su trabajo con el Movimiento Tacurú durante 10 años y reforzó la idea del gobierno departamental de seguir apoyando, al igual que pensaba Don Bosco, a los jóvenes más humildes: “Barrer calles es digno, así como hacer tareas que provienen del propio esfuerzo personal. Desde el ámbito público tenemos la obligación de lograr que esa dignificación se consagre”.

Fuente: Comunicación Salesiana, Emiliano Del Puerto

Publicado el 4/10/2015