(ANS – Lisboa) – Aprovechando la presencia conjunta en Lisboa de los Inspectores de la Región salesiana de la “Mediterránea”, los Salesianos de Portugal han invitado a don Munir El Rai, Inspector del Medio Oriente, a hablar a los estudiantes de los últimos cursos de las escuelas superiores.

Al comienzo del encuentro, que tuvo lugar ayer 1º de octubre, en la iglesia de María Auxiliadora de Lisboa, don Munir ha invitado a los jóvenes a rezar una Ave María y les ha presentado la historia del área medio oriental y, particularmente, de Siria, su país natal, donde los Salesianos se encargan de la animación de tres obras: Alepo (desde 1948), Damasco y Kaffroun (desde 1992).

“Os digo con el corazón en la mano que esta guerra es tan solo un juego, un juego mundial, en el que todos quieren jugar. Un juego muy sucio. Hemos oído que es necesario para liberar al pueblo, para democratizarlo, pero esto no son más que palabras sin sentido”, ha lamentado. Jamás el pueblo sirio hubiera abandonado su país, el pueblo de Siria ama su país”.

Interrogado por algunos estudiantes, don Munir, que el verano pasado ha vuelto a visitar las tres obras salesianas en Siria, ha recordado los encuentros que ha mantenido con los jóvenes sirios. “Lamentablemente no se ven señales de esperanza en el horizonte. Nuestros jóvenes nos dicen que la Iglesia que permanece, que los Salesianos son signo de esperanza, porque se quedan”.

Después de 4 años de guerra, muchos jóvenes que han estado con los Salesianos deben huir, o han muerto o se han dispersado. “Es muy difícil para mí, como Salesiano, Inspector en esa área y originario de ese país”, les ha confiado don Munir.

“Procuramos decir a los jóvenes que no se escapen demasiado lejos, para que cuando las condiciones lo permitan puedan regresar fácilmente”. A tal fin, los Salesianos de la zona han multiplicado la forma de asistencia en los países vecinos, come el Líbano o Turquía, y también en las áreas menos turbulentas del país, como Kafroun, en la zona montañosa del noroeste, donde la obra salesiana acoge a muchas familias evacuadas de Homs, Damasco y Alepo.

A la pregunta de un estudiante sobre cómo el mundo y Europa pueden ayudar, ha recordado: “Me han preguntado: ¿los cristianos de Europa sienten nuestro dolor? Pues, lo primero de todo para ayudar es la compasión. Lo segundo es justamente lo que estamos haciendo ahora: informar. En tercer lugar es rezar por Siria y rezar por la paz. Y finalmente, también la ayuda material”. Y ha insistido en que ésta es una guerra mediática y que los jóvenes deben buscar información.

Al terminar, el Inspector ha agradecido la acogida de los jóvenes y les ha invitado a ser portadores de paz. “La única manera de seguir a Dios. No solamente en Siria, sino aquí, en vuestra vida de cada día, en vuestro centro escolar” y les ha pedido: “Manteneos fuertes en la fe”.

Publicado el 30/09/2015