(ANS – Nueva York) – El viernes 25 de septiembre, Papa Francisco presidió la Eucaristía con cerca de 20.000 fieles, en la arena del Madison Square Garden de Nueva York, última etapa de su visita de dos días a la ciudad. Los voluntariosos participantes han dedicado muchas horas al evento, dado que además de la liturgia en sí, han tenido que tomar en cuenta las exigencias del viaje y de seguridad (9 o 10 horas fue, por ejemplo, el compromiso pedido a los Salesianos de New Rochelle y Port Chester).
Por, P. Mike Mendl, SDB
Entre los que participaron estaban 5 cardenales, 2 nuncios apostólicos, casi 40 obispos y varios centenares de sacerdotes, diocesanos y religiosos, entre ellos muchos salesianos de las tres comunidades. También estuvo presente el salesiano coadjutor Salvatore Sammarco, quien dirigió el equipo de trabajadores temporales que hicieron la silla del Papa para la masa - mientras que los objetos litúrgicos de la misa fueron hecha por un grupo de mujeres de la parroquia salesiana "Corpus Domini" de Port Chester.
A su llegada el Papa fue recibido con gran entusiasmo por todos. Luego, en la homilía, centrada en la profecía de Isaías, el Pontífice destacó la naturaleza de Cristo, luz del mundo. "'El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz’. Una de las características del Pueblo creyente pasa por su capacidad de ver, contemplar en medio de su ‘oscuridad’ la luz que Cristo viene a traer. El pueblo creyente que saben mirar, que sabe discernir, que sabe contemplar la presencia viva de Dios en medio de su vida, en medio de su ciudad".
Luego instó a las personas que han visto la luz de Cristo a acoger los extranjeros y los pobres en su ciudad. E invitó "a ir al encuentro de los demás, donde realmente están y no donde nos gustaría que fueran. Vayan, una, dos, tres veces, vayan sin miedo, vayan sin repulsión, vayan y anuncien esta alegría que es para todo el pueblo".
Además de la celebración de la misa, la visita del Papa Francisco en Nueva York incluyó las Vísperas solemnes en la Catedral de San Patricio con el clero y los religiosos; un discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas; un momento de oración interreligiosa en la Zona Cero (el lugar símbolo de los atentados del 11 de septiembre de 2001); una visita a una escuela católica en un barrio popular; y un desfile en el papamóvil a través del Central Park que dio aproximadamente a 80,000 neoyorquinos la oportunidad de ver al Santo Padre.
(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)
Publicado el 28/09/2015