(ANS – Roma) – “No somos solamente ingenieros, o albañiles o carpinteros… Nosotros somos ‘Don Bosco’, ¡somos SALESIANOS! No queremos solamente reconstruir escuelas, casas, aulas: lo hemos dejado bien claro a las autoridades gubernativas del Nepal, los presidentes y funcionarios educativos de distrito… nosotros reconstruiremos las escuelas, pero queremos ocuparnos también de la formación de los enseñantes”. Así lo ha dicho don George Menamparampil, Responsable del “Bosconet”, la Procura Misionera Salesiana de Nueva Delhi, con ocasión de su breve visita a Roma, en el cuadro de un tour europeo para dar testimonio a los bienhechores de todo lo que se ha hecho hasta ahora y por los proyectos de futuro.

Por Gian Francesco Romano

Los  Salesianos en Nepal no aspiran solamente a la supervivencia de la población, a la reconstrucción física o a intereses específicos de la Congregación, sino que extienden la mirada mucho más allá sobre los beneficios que pueden ofrecer a la gente del lugar, especialmente a los más pequeños.

Nos cuenta don Menamparampil: “La estimación es de que, a causa de los terremotos, se han hundido o bien han quedado gravemente dañadas 4.200 escuelas. Nosotros pensamos reconstruir o restaurar desde un mínimo de 30 a un máximo de 60, a lo largo de un año, a partir del próximo octubre, cuando haya terminado la estación de los monzones. No serán escuelas salesianas, también debido  a que no tendremos suficiente personal. Pero queremos ocuparnos de la formación de los maestros: enseñar a no utilizar castigos corporales, enseñarles a ser mejores profesores, la manera de construir una buena relación con los muchachos, la manera de motivarles, y cómo sentirse ellos mismos más motivados, puesto que en Nepal los profesores no gozan de un status social alto”.

La destrucción causada por el terremoto puede convertirse en un medio para re- edificar la sociedad misma, a partir de los jóvenes: “pretendemos llevar a cabo cursos de formación dirigidos directamente a los estudiantes, en nuestros centros o en otras aulas que puedan existir – nos dice-. No será cuestión de hacer catequesis, teniendo en cuenta que los alumnos son todos hindús; sino más bien de transmitir valores, que antes que ser cristianos son valores humanos. Daremos cursos de habilidades sociales: educación sexual, que nadie se preocupa de enseñar a los jóvenes; educación de género, para reforzar la paridad de dignidad entre hombres y mujeres; educación en los media, para no convertirse en esclavos de los mensajes publicitarios…y también cursos específicos, incluso para prepararse a los exámenes, a fin de poder estudiar mejor”.

Mientras tanto, en cualquier caso, es necesaria también la programación de los trabajos físicos que hay que hacer. A fin de lograr la reconstrucción de las escuelas en un año se encuentran actualmente en fase de formación 80 jóvenes: “reciben formación teórica durante tres meses en nuestras escuelas, para proseguir después otros tres meses con la formación sobre el campo y en todo este tiempo tienen la alimentación y el alojamiento asegurados.

En los 6 meses sucesivos, divididos en equipos, trabajarán en la reconstrucción, siendo remunerados por su trabajo. Después, podrán encontrar nuevos empleos en las empresas”, nos dice don Menamparampil.

El mismo nos asegura también que la reconstrucción y la definitiva  reactivación del país puedan ver la luz en un tiempo breve en su conjunto: “en 3 ó 4 años seremos capaces de hacerlo si todo se llega a realizar de la mejor de las maneras”.

Publicado el 17/07/2015