(ANS – Karen) – “Han pasado ocho meses de mi llegada a la obra salesiana “Bosco Boys” de Nairobi, Kenia, como voluntaria. Cuando era adolescentesoñaba con ir a África para transcurrir parte de mi vida entre los niños más necesitados. Albergaba la convicción de que no sería capaz de hacer grandes cosas, pero estaba persuadida de que tarde o temprano formaría parte de los que han decidido trabajar por los demás, para contribuir con mi  pequeño 'óbolo'  a favor de los más necesitados y tener la oportunidad de impactar positivamente en la vida de alguien".

de Zuzana Knazekova, voluntaria

"Enel período de formación como voluntaria soñaba ir a Sudán del Sur. Era una de las propuestas que se hacían a los voluntarios. Realmente ir a Kenia no estaba en mis expectativas. (...) Pero hoy, haciendo un recuento del tiempo transcurrido aquí, no me puedo imaginar en otro lugar. Bosco Boys es el lugar perfecto para mi año de voluntariado y estoy agradecida.

Pocos díasdespués de mi llegada al centro, me percaté de que los niños me darían mucho más de lo yo podría ofrecerle. Esta experiencia fue para mí como volver a la "escuela de la vida". Aquí he aprendido y entendido que la realidad de la vida es totalmente diferente de lo que había vivido en mi país.

No se trata de estarcomprometido en el trabajo, ganar dinero o agotarse en cuestiones de la oficina, aunque también estas cosas forman parte de la vida; la vida verdadera está hecha de pequeñas cosas que nos encontramos todos los días, en las simples sonrisas, en los ojos inocentes de los niños, en su amistad y, aún más, en el darnos, eincluso en el acoger a los demás.

He aprendido aamar a los demás sin hacer diferencia de personas, aun cuando me ofenden. También he aprendido que la vida es perdón, incluso "setenta veces siete", y debo admitirlo que todavía he de aprender mucho. Se trata realmente de un hermoso ejercicio y, a través de todo esto, estoy ensayando cómo mantener la “frescura" del perdón en mi corazón para enfrentar diariamente el desafío de ser verdaderamente humana.

Me gustaríaconocer mejor nuestros niños: sus historias, cómo viven, dónde crecieron ... Pero entiendo que es difícil hablar de estos temas con ellos. (...) Lo más importante es que he comprendido que la mayoría de los niños necesitan atención, pero sobre todo un cuidado personalizado. Quieren sentirse amados, que "alguien se interesa por ellos'. A menudo tienen la necesidad de hablar, aunque sea por unos minutos, y esto los hace sumamente felices. La necesidad de la persona de ser cuidada y amada, no existe sólo en Kenia, sino en todo el mundo, y por esa razón me he propuesto este reto cuando llegue a casa: ofrecer más tiempo a los demás. Esta es una invitación que también hago a todas las personas, no tengan miedo de amar a quienes no se sienten amados. Amar a los demás es algo inherente a todos los seres humanos, es algo que el mismo Dios ha inscrito en nuestro ser; Entonces ¿por qué negarlo de los demás?(...)

Publicado el 09/06/2015