(ANS – Bangui) – “La comunidad vive esta experiencia de servicio con la conciencia de vivir en un contexto de riesgo, siendo conscientes de que la gente nos necesita a su lado para tener esperanza y poder pasar estos momentos interminables”, cuenta el padre Josep María Sabé, ecónomo inspectorial de África Tropical Ecuatorial (ATE) desde Bangui, donde muestra el avance de la campaña Espacios de Paz. Además, se ofrecen algunos datos de los refugiados que aún permanecen en las obras salesianas.
La campaña Espacios de Paz, organizada por la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora (de Sevilla) a través de las ONGD Solidaridad Don Bosco, Vols y Jóvenes y Desarrollo Región Este, para la reconciliación en República Centroafricana (RCA).
La situación de RCA sigue siendo de inestabilidad grave. Los dos grupos rebeldes que convirtieron la situación en guerra civil, están libres a lo largo del país. En la capital hay una cierta paz, pero las armas están en las casas, y de vez en cuando, se pasa de la inestabilidad a la violencia armada. No hay estado de derecho. La policía y las fuerzas de seguridad son inexistentes. Los Salesianos, en plena inseguridad, han optado por hacer activos los proyectos educativos, para evitar que las/los menores caigan en manos de grupos armados o sean víctimas de la violencia, con la esperanza de que, cuando la normalidad se restablezca, todos estos/as menores se escolaricen y puedan tener un futuro con oportunidades.
Los salesianos que están en Bangui están arriesgando su vida. La comunidad ha vivido ya amenazas, robos, violencia y miedo, pero, como dice Sabé, “todos nos queremos quedar al lado de los jóvenes, porque los queremos más que nunca. Dios nos da fuerzas para ser fieles amigos de la juventud, en estos momentos de miedo e inseguridad”.
En los centros salesianos de Bangui se sigue acogiendo a personas refugiadas, que no pueden volver a sus casas por seguridad o porque sus casas han quedado destruidas. En Damala se encuentran alojadas 1.300 personas desplazadas, y en Galabadja, 300. En el campamento, los Salesianos, con la ayuda de organismos, responden a los problemas de salud, seguridad, alimentación y protección de menores.
En el colegio tienen 620 alumnos y alumnas; en el centro profesional, 300; en la escuela, hay 750. Entre este grupo, existe un total de 250 menores que no pueden pagar absolutamente nada, y hay que proporcionarles alimentación, el material pedagógico, así como cuidados sanitarios cuando lo necesitan. Hay actividades culturales organizadas todos los fines de semana, para evitar el vagabundeo por las calles. Alrededor de 300 jóvenes participan a estas actividades culturales.
Los centros juveniles acogen jóvenes de todos los bandos, sin mirar su origen, y generando un ambiente en el barrio de reconciliación, amistad, acogida y respeto. Los centros juveniles suponen una buena terapia para la reconstrucción del equilibrio a tantos y tantas menores que han perdido a sus padres o han sido testigos de violencia extrema. El juego, el deporte, la fiesta, la música… son excelentes terapias para propiciar, en medio de la trágica situación, alegría y esperanza.
Para más información o ayudar y apoyar la importante labor en Bangui se puede acceder a la campaña “Espacios de paz”.
Publicado el 25/02/2015