(ANS – Boscoreale) – Que el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco no deba reducirse a una serie de eventos es algo que se conoce bien, proclamado en varias ocasiones por el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, así como por su predecesor, Don Pascual Chávez. Un riesgo que viene evitado a diario, en un gran número de oratorios, centros juveniles, escuelas y misiones donde el carisma de Don Bosco inspira a jóvenes y consagrados a dar lo mejor de sí mismos a los más necesitados. Cómo en Boscoreale, en el barrio Piano Nápoles, una periferia en riesgo en el interior de Nápoles.

Los chicos del barrio Piano Nápoles de Boscoreale han vivido dos semanas marcados por la diversión y el estar juntos, desdefinales de julio hasta el 9 de agosto, gracias a los esfuerzos de algunos jóvenes voluntarios provenientes del Piamonte y del sur de Italia, que anteriormente habían participado en un curso especial de espiritualidad misionera salesiana.

Elgrupo de voluntarios formado por 10 jóvenes y 2 religiosos, se propuso organizar un rico programa educativo, compuesto por juegos, actividades interpersonales y momentos de oración. Por la mañana los chicos participaban en talleres manuales y deportivos destinados a desarrollar sus habilidades; la tarde continuaba en medio del juego, en la propuesta educativa de la sana competencia atlética y del estar juntos.

La experiencia delos jóvenes voluntarios a menudo ha chocado con una realidad muy pobre no solo en el nivel material. Los jóvenes beneficiarios, de hecho, a lo largo del año participan en actividades de apoyo escolar y de recreación, promovidas por el proyecto de Educación Territorial "Emera" del Ámbito N30, que están ahí para llenar algunas deficiencias graves y proporcionar a los menores los puntos de referencia indispensable para el crecimiento personal y en valores.

Durante las actividades de verano, por tanto, los voluntarios trataron de sensibilizar alos chicos con la presencia y el diálogo, la escucha y la comprensión. El objetivo de los voluntarios era pasar el mayor tiempo posible entre los chicos, brindándoles herramientas básicas sobre relaciones y comunicación interpersonal, testimoniando la existencia de una realidad diferente a la suya, construidas sobre las normas y el respeto a los demás.

Fue un verdadero desafío que los voluntarios han abrazado en un esfuerzo por educar a los jóvenes y abrirles puertas que a menudo se les cierran debido a experiencias, actitudes y visiones de la vida distorsionadas.

Publicado el15/08/2016