(ANS – San Pedro Carchá)– En la parroquia de San Pedro Carchá, una casa misionera entre los indígenas Maya-Q'eqchi, con más de 250.000 habitantes, después de un año de duro trabajo, los habitantes de la aldea Trinidad celebraron por su nueva iglesia. El trabajo fue posible gracias a la Procura Misionera de Salesian Missions de New Rochelle y al compromiso de Kelli Bochnik y don Mark Hyde, que de forma incansable trabajan para ayudar a las misiones salesianas.

La aldea Trinidad se encuentra densamente poblada y en constante crecimiento, llevaban años soñando con un lugar lo suficientemente grande para acoger a los católicos de la zona. Debido a la falta de una iglesia, diversas sectas de variadas denominaciones habían comenzado a reunirse con sus seguidores. Afortunadamente, con la ayuda de la Procura de New Rochelle fue posible dar una respuesta a los deseos de la gente.

El trabajo de construcción duró aproximadamente un año, con sacrificios inmensos por parte de la gente del pueblo que día y noche, sobre todo en los últimos tres meses, han trabajado hasta el límite de sus fuerzas. Ni un solo centavo se ha invertido en mano de obra, todo el dinero se ha destinado a los materiales.

La celebración de bendición de la iglesia estuvo además acompañada por 101 confirmaciones. El Obispo de Las Verapaces, Mons. Rodolfo Valenzuela Núñez, ex alumno salesiano de la escuela salesiana de Quetzaltenango (Guatemala), comenzó la celebración con el corte de la cinta en la entrada y con unas palabras de bienvenida desde el techo de la iglesia, dirigidas a todas las personas que acudieron a este momento tan solemne. La bendición del interior de la iglesia fue un momento muy reconfortante, ya que cuando el trabajo comenzó pocos creían que llegaría hasta el final, y ver al obispo en la aspersión de agua bendita conmovió más que nada.

Asistieron a la celebración: don Gerardo Enrique Hernández Torres, director de la casa, el ecónomo y responsable del proyecto de la iglesia, don Vittorio Castagna y Wilson Paau, un joven Q'eqchi próximo a partir para el noviciado salesiano en Colombia.

Las palabras del obispo han marcado un fuerte sentido de Iglesia, realizando un canto Q'eqchi que dice "Laa'o li Santiklees", es decir, nosotros somos la Iglesia. Las palabras del obispo fueron dirigidas también en agradecimiento a los Salesianos que durante más de 78 años han trabajado al servicio de los Q'eqchi.

Publicado el 12/27/2013